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Rentabilidad garantizada por el Estado
Diferentes plazos de inversión: 3, 6, 9 y 12 meses
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Las letras del Tesoro, con la garantía de rentabilidad del Estado, son valores de renta fija a corto plazo representados exclusivamente mediante anotaciones en cuenta y emitidos mediante subasta. El importe mínimo de cada petición es de 1.000 euros, y las peticiones por importe superior han de ser múltiplos de 1.000 euros.
Se emiten al descuento por lo que su precio de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso. La diferencia entre el valor de reembolso de la letra (1.000 euros) y su precio de adquisición, será el interés o rendimiento generado por la letra del Tesoro.
¿Cómo funcionan las letras del Tesoro?
Las letras del Tesoro, con la garantía de rentabilidad del Estado, son valores de renta fija a corto plazo representados exclusivamente mediante anotaciones en cuenta y emitidos mediante subasta. El importe mínimo de cada petición es de 1.000 euros, y las peticiones por importe superior han de ser múltiplos de 1.000 euros.
Se emiten al descuento por lo que su precio de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso. La diferencia entre el valor de reembolso de la letra (1.000 euros) y su precio de adquisición, será el interés o rendimiento generado por la letra del Tesoro.
Conoce el resto de tarifas en otros productos de renta fija disponibles en Renta 4 Banco
Las letras del Tesoro son instrumentos de deuda pública a corto plazo, con vencimientos inferiores a un año. Por ello, su rentabilidad suele ser menor que la de otros productos como los bonos (3-5 años) o las obligaciones del Estado, que pueden tener vencimientos de hasta 50 años.
La rentabilidad de las letras del Tesoro depende fundamentalmente de los tipos de interés. Así, si los tipos de interés suben las letras del Tesoro empezarán a ofrecer mayores rentabilidades, mientras que si bajan ofrecerán peores rendimientos.
El Tesoro Público emite letras con los siguientes vencimientos, cuyos tipos de interés varían según la evolución del mercado:
La tributación de las letras del Tesoro varía según el tipo de contribuyente:
Personas físicas: IRPF
Se tributa por las ganancias obtenidas por la diferencia entre el precio de compra y el de venta de las letras.
Deben declararse en la renta del año siguiente, dentro de la base imponible del ahorro.
Empresas: impuesto de sociedades
Las empresas deben declarar los rendimientos generados por las letras del Tesoro en el impuesto sobre sociedades, atribuyendo las rentas al ejercicio en el que se han generado, independientemente de si se han cobrado.
A la hora de hacer la declaración de la renta para personas físicas, las letras del Tesoro tributan en la base imponible del ahorro, en el que se aplican unos tipos que van del 19% al 28%, dependiendo de la cuantía del rendimiento. Los tramos son los siguientes:
En cuanto a las empresas, tributan en el impuesto sobre sociedades, y los rendimientos tributan según el tipo de impuesto de sociedades, que suele ser del 25%.
Recuerda que no vas a pagar impuesto por el total del dinero que utilizaste en la operación, sino solo por lo que ganaste al vender la letra.
Los bonos de renta fija son emisiones, que pueden ser tanto de administraciones públicas como privadas, con una duración de entre 3 y 5 años. En Renta 4 tendrás acceso a la inversión en bonos, tanto en subastas del mercado primario como acceso a bonos públicos y corporativos en el mercado secundario.
El importe mínimo para adquirir letras del Tesoro puede variar según el intermediario a través del cual realicemos la compra:
- Tesoro Público: si realizamos a la compra a través de su plataforma electrónica, el importe mínimo suele ser de 1.000 euros, aunque podría variar.
- Entidades financieras: El importe puede aumentar con respecto a las compras realizadas mediante el Tesoro Público, pero en el caso de Renta 4 Banco es el mismo, 1.000 euros.
- Fondos de inversión: hay fondos que invierten principalmente en letras del Tesoro, por lo que la compra se puede hacer a través de este producto y con las ventajas del vehículo. En este caso, la inversión mínima no está ligada a las letras, sino a sus políticas.
Según la legislación vigente, los rendimientos de la deuda pública española obtenidos por personas físicas no residentes en nuestro país no están sometidos a tributación, excepto si operan a través de un establecimiento permanente en España. En ese caso se tendrán que someter a la fiscalidad en vigor. Ahora bien, el tratamiento fiscal depende de las circunstancias individuales de cada cliente y puede variar en el futuro.
Por ejemplo, si compras una letra del Tesoro a 3 meses a un precio de emisión en subasta de 950 euros:
Cuando a una persona se le ingresa una renta, generalmente se le retiene un porcentaje determinado que se ingresa en la Agencia Tributaria (AEAT) a cuenta de los impuestos que tendrá que pagar y que se declaran anualmente. Sin embargo, esto no ocurre con los rendimientos de las letras del Tesoro, que están exentos de retención a cuenta, tanto en lo referido al IRPF como, en general, en el impuesto sobre sociedades.
Los activos de renta fija a corto plazo ofrecen rentabilidades ajustadas frente a otros productos. Las letras del Tesoro, al tener una duración corta y un emisor fiable, como es el Tesoro Público, tendrá una rentabilidad semejante a los tipos de interés.
Los activos de renta variable como las acciones pueden llegar a ofrecer rentabilidades superiores a la de la renta fija, sin embargo, el riesgo de perder el dinero que se corre al invertir en Bolsa es superior al que se asume en el caso de adquirir deuda pública, que cuenta con la garantía del Estado. Ante estas circunstancias, muchos inversores conservadores que buscan asumir poco riesgo a cambio de un retorno moderado optan por las letras del Tesoro.
Las letras del Tesoro buscan satisfacer las necesidades de financiación del Estado a corto plazo. A través del Tesoro Público, este acude al mercado para encontrar inversores individuales e institucionales dispuestos a prestarle el dinero necesario.
A cambio, el Tesoro Público compensa a los prestamistas con un tipo de interés acordado previamente y que se hará efectivo cuando llegue el vencimiento de la letra.
El Estado también precisa financiación y cuando lo necesita a corto plazo utiliza las letras del Tesoro. Para ello, acude al mercado en busca de inversores individuales e institucionales dispuestos a prestar su dinero durante un periodo de tiempo determinado y a cambio de un tipo de interés acordado previamente y que se hará efectivo cuando llegue la fecha de vencimiento de la letra.
Por tanto, las letras del Tesoro son instrumentos de deuda pública a corto plazo, es decir, a menos de 12 meses. Existen con distintos plazos de amortización (3, 6, 9 y 12 meses) y se emiten al descuento, es decir, no hay pago de intereses de manera periódica, sino que la rentabilidad es la diferencia entre el precio que pagamos al comprarlos y lo que nos embolsamos al venderlos.
El Tesoro Público, dependiente la Secretaría General del Tesoro y Financiación Internacional que se enmarca en el Ministerio de Economía y Empresa.
Las Letras del Tesoro se emiten con vencimientos a 3, 6, 9 y 12 meses. El vencimiento es el tiempo que tendrás que esperar para recuperar el dinero invertido más los beneficios.
Sí, hay fondos de renta fija que componen su cartera con instrumentos de deuda pública. Por ejemplo, Renta 4 Fondtesoro te permite invertir de forma cómoda y sencilla en letras del Tesoro y otros valores de renta fija pública a corto plazo, disfrutar de liquidez diaria, beneficiarte de la reinversión automática y no tributar hasta el momento del reembolso.
La compra de letras del Tesoro está disponible para una gran variedad de inversores:
Las letras del Tesoro, al ser un producto de inversión siempre va a conllevar un riesgo, aunque sea mínimo. En este caso, el mayor riesgo que puede tener este producto es que al ser un valor negociable se puede vender antes del vencimiento pero, si se hace de esta forma, se corre el riesgo de que su precio puede ser distinto al de adquisición. Por otro lado, siempre cabe la posibilidad de que haya impago por parte del Tesoro, ahí debemos fijarnos en la calidad crediticia de la letra.
A principios de año, el Tesoro publica un calendario con las fechas de las subastas previstas a lo largo de todo el ejercicio, habitualmente dos al mes. Las Letras a 3 y 9 meses se suelen subastar el cuarto martes de cada mes, mientras que las Letras a 6 y 12 meses lo hacen generalmente el tercer martes.
Puedes consultar el calendario aquí.
Las letras del Tesoro son uno de los productos de inversión mñas seguros, ya que el interés viene garantizado de antemano y el avalista es el Estado. Ahora bien, recuerda que ninguna inversión está exenta de riesgo y puede haber una pérdida de capital.