¿Quién dice que los sueños no se cumplen? Sí, se cumplen, pero hay que trabajarlos, y mucho.
Eso lo sabe Jorge Román, presidente de la ONG Paraocio y tripulante del velero malagueño Aldebarán, que estos días está compitiendo en la 38ª Copa del Rey de Vela en Palma de Mallorca (del 27 de julio al 3 de agosto), enfrentándose a profesionales de élite. Su equipo del Club Andaluz de Vela Adaptada está integrado por personas que tienen alguna discapacidad, ya sea intelectual, sensorial o física, pero entre todos ellos suman una motivación que ninguno de sus competidores puede superar.
“El deporte de vela es cien por cien inclusivo. Somos un equipo mixto, tenemos discapacidades de todos los colores y todas las edades, el más joven tiene 23 años y yo soy el más viejo, que tengo 70. La inclusión es total y ahora mismo estamos compitiendo al mismo nivel que el resto”, reconoce Román con orgullo e ilusión. “Es un hecho histórico, la primera vez que participa un equipo formado por personas con todo tipo de discapacidades en la mayor regata de Europa”.
El Aldebarán es un velero que tiene alrededor de treinta años. “Venía con ese nombre cuando lo compramos. Hace referencia a la estrella más brillante de la constelación de Tauro. Nos gustó y lo hemos mantenido”, explica Román. Son doce en total, pero en el barco sólo pueden ir ocho personas, de modo que siempre hay dos o tres que se quedan en tierra. “Somos el único equipo que tiene banquillo porque no somos profesionales y con las deficiencias de cada uno, es necesario que la gente vaya rotando”, comenta.
Un periplo lleno de retos
Después de haber llamado a muchas puertas y buscar patrocinadores que se unieran a su causa, en noviembre de 2018, Román escribió una carta a la Casa Real, solicitando poder participar en la competición. La institución contactó con el Real Club Náutico de Palma, que contestó que si cumplían con las condiciones técnicas necesarias, no habría problema. Y pasaron el corte. Aunque estuvieron a punto de no conseguirlo. “A tres meses de la regata, tuvimos un accidente. Perdimos el palo y las velas en el fondo del mar, tuvimos que soltarlos para que no se hundiera el barco”, recuerda el presidente de la ONG Paraocio. “Es lo peor que nos podía pasar. Aparte de los retos diarios de cada uno, nos surgen muchos más y tenemos que ir superándolos”.
Lo que más le está llamando la atención a Daniel Martínez, responsable médico del equipo y encargado de la proa, es ver cómo los demás competidores se fijan en ellos. “Deberíais estar aquí para ver cómo el resto de tripulaciones observa a la nuestra. Es una situación curiosa, cómo un ciego total con su bastón se abre paso entre deportistas de élite. Muchos de ellos no saben todavía que estamos aquí”, explica el sanitario. “Yo todavía estoy intentando asimilar lo que estoy viendo. Grandes navegantes que han hecho historia han venido a hacerse fotos con nosotros… Hay gente que no nos conoce de nada, pero sonríe a nuestro paso. Esa sonrisa es de refuerzo, de admiración, y eso no tiene precio”. Por eso apunta a la importancia de lo que están haciendo: por un lado, la inclusión de la discapacidad y la visibilidad del colectivo, y por el otro lado, la normalización.
Entre los miembros de la tripulación, también se encuentra un campeón nacional de natación adaptada en braza y espalda, Álvaro Ramos, que tiene una discapacidad intelectual y se encarga de la popa. “Llevo el tangón, una vela que hace que el barco vaya más rápido. Es difícil, pero la tengo controlada”, nos cuenta este regatista al tiempo que nos desvela su mayor ilusión: “Quiero ganar al Rey”. “¿Por qué?”, le preguntamos. “Porque lleva muchos años ganando”, responde enseguida.
“El Rey no compite en nuestra misma categoría”, nos explica Martínez, “pero esto lo hace muy entrañable y divertido. Esperamos poder conocerle y regalarle la camiseta de nuestra equipación. No sabemos si ocurrirá, pero estamos muy agradecidos a la Casa Real por haber contestado tan rápido. Estamos muy contentos y el hecho de estar aquí ya es un premio para la tripulación”.
Toda esta aventura quedará plasmada en Aldebarán, millas de superación, un documental dirigido por Josep Pastor y realizado por las productoras Anou Audiovisuals y Horus Creation, que están acompañando a los marinos antes, durante y después de la competición. “Nuestra idea es llevarlo a festivales de cine, pero ese será el siguiente reto. Primero hay que acabar este y luego ya pensaremos en los demás”, reflexiona Román.
Renta 4 Banco es uno de los patrocinadores y desde aquí queremos dar la enhorabuena a la tripulación, porque para nosotros ya son ganadores, sin importar la puntuación final que obtengan.
¡Feliz verano! Volvemos en septiembre!
PD. Al final conocieron al Rey.