Muchos españoles se hacen la misma pregunta. ¿Podré disfrutar de una pensión cuando llegue el momento de mi jubilación?
Cada año que pasa, surgen más dudas sobre si habrá dinero suficiente para pagar las pensiones de los futuros jubilados. Hay muchos factores que acrecientan estos temores, como el aumento del gasto tras la última revalorización de las pensiones, la jubilación de la generación del baby boom a partir de 2023, el déficit de la Seguridad Social… Cuestiones que no hacen más que incrementar las incógnitas sobre el futuro de nuestra jubilación.
Parte de esta incertidumbre tiene como resultado el aumento del patrimonio dedicado a planes de pensiones. Para entender por qué estas cuestiones suponen un problema en los próximos años, hay que saber cuál es el funcionamiento del sistema de pensiones. Por eso, hoy en nuestro blog, os vamos a explicar cuál es el sistema de pensiones que existe en España y también otros ejemplos de sistemas aplicados en otros países.
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El sistema de pensiones en España
En España, el sistema encargado de la gestión de las pensiones de jubilación (y de las pensiones en general) es la Seguridad Social. Esta institución nace, tal y como la conocemos hoy, como consecuencia del artículo 41 de la Constitución Española, que dice así:
“Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán libres”.
Por tanto, hay que destacar que cuando hablamos de pensiones no nos estamos refiriendo única y exclusivamente a la de jubilación. También estaríamos hablando de las prestaciones de desempleo, de viudedad, de orfandad… ¿Y cómo se establece el funcionamiento de estas pensiones? En el caso de nuestro país, el sistema de pensiones se rige por cinco principios básicos:
Principio de reparto
Las cotizaciones de los trabajadores en activo se destinarán a financiar las prestaciones del momento.
Principio de proporcionalidad contributiva
El importe de la prestación estará directamente relacionado por las cantidades que los trabajadores hayan ido aportando al sistema y al periodo de cotizaciones efectuadas.
Principio de universalidad
Aquellas personas que no hayan contribuido al sistema pueden acceder a prestaciones de nivel no contributivo para cubrir las necesidades más básicas.
Principio de gestión pública
El sistema encargado de las prestaciones estará gestionado y financiado por entidades públicas.
Principio de suficiencia de prestaciones
Las prestaciones han de ser suficientes para asegurar que las necesidades protegidas se encuentran protegidas.
Funcionamiento del sistema de pensiones
Una vez explicados los principios que sirven como estructura del sistema de pensiones, vamos a profundizar en cómo funciona. Para empezar, el organismo encargado de administrar los fondos recaudados y otorgar las pensiones, tal como especifica el cuarto principio, es la Seguridad Social.
Ahora bien, ¿de dónde provienen esos fondos? Pues de las aportaciones de todos los trabajadores y las empresas del país, que van a parar a la llamada ‘caja única’, y de ahí a las personas que perciben esas pensiones. Es decir, los ingresos por las cotizaciones de los trabajadores se convierten inmediatamente en la prestación que recibirán los pensionistas y aquellas personas que reciban pensiones, apoyándose en lo que se denomina solidaridad intergeneracional.
Sin embargo, aunque el sistema puede ser solvente, en los últimos años han surgido dudas en relación a un problema de sostenibilidad financiera. ¿A qué nos referimos? Actualmente, hay 2,2 trabajadores por pensionista. Esto significa que por cada persona que recibe una pensión, hay dos trabajadores que la sostienen con su trabajo. El problema ya no surge ahí, sino mirando el futuro.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2052 el grupo de población de mayores de 64 años habrá crecido en siete millones, mientras que la población entre 16 y 64 años (aquellos en edad de trabajar) se verá reducido en diez millones. A efectos prácticos, eso se traduce en que para ese año, cada trabajador tendrá que sostener a un pensionista.
Otros sistemas de pensiones
Frente a esta situación, se ha planteado adoptar otros tipos de sistemas de pensiones ante la posibilidad de que el actual pueda quebrar y no se pueda disponer de pensiones. Los otros sistemas de pensiones más extendidos a lo largo del mundo son:
Sistema de cuentas nocionales
Este tipo de sistema consiste en que el trabajador aporta a lo largo de toda su carrera laboral una serie de retribuciones que, en vez de ir a parar a una ‘caja única’, van dirigidas a una cuenta individual. Llegado el momento de la jubilación, el trabajador recibirá su pensión de esta cuenta única, en una forma de “salario diferido”.
La principal característica de este sistema es la correlación total entre cotizaciones y prestaciones, que tiene como contrapartida que puede haber algunos tipos de trabajadores que no tengan garantizados unos ingresos suficientes durante toda su jubilación. Este método está implantado en Suecia, en el llamado modelo nórdico.
Sistema de capitalización
En este caso, el sistema de pensión funcionaría como una especie de plan de pensiones. Es decir, los trabajadores irán aportando parte de su sueldo que posteriormente se invertirán, para que cuando el trabajador se retire pueda disfrutar de todo el capital aportado más los intereses generados a lo largo de los años.
La principal característica de este sistema es la correlación total entre cotizaciones y prestaciones, que tiene como contrapartida que puede haber algunos tipos de trabajadores que no tengan garantizados unos ingresos suficientes durante toda su jubilación. Este método está implantado en Suecia, en el llamado modelo nórdico.
Sistema de pensiones de autoinscripción
Este tipo de sistemas se implementan a través de las empresas, que son las que contribuyen a la jubilación del trabajado. Recibe su nombre porque la inscripción es obligatoria, aunque se puede dejar de contribuir de forma voluntaria más tarde.
También existe la posibilidad de que el sistema evolucione a un sistema de pensiones mixto, en el que una parte de las aportaciones se dediquen al sistema de reparto y otra parte se dedique a un plan de prevención social complementaria, que invertiría las aportaciones definidas de los trabajadores en planes de pensiones privados.
Dicho esto, recuerda que si quieres asegurarte no perder calidad de vida durante tu jubilación, siempre puede destinar parte de tu ahorro a un plan de pensiones. Dependiendo de tu aversión al riesgo y tus objetivos, podrás asegurarte un futuro menos incierto.
La principal característica de este sistema es la correlación total entre cotizaciones y prestaciones, que tiene como contrapartida que puede haber algunos tipos de trabajadores que no tengan garantizados unos ingresos suficientes durante toda su jubilación. Este método está implantado en Suecia, en el llamado modelo nórdico.
También existe la posibilidad de que el sistema evolucione a un sistema de pensiones mixto, en el que una parte de las aportaciones se dediquen al sistema de reparto y otra parte se dedique a un plan de prevención social complementaria, que invertiría las aportaciones definidas de los trabajadores en planes de pensiones privados.
Dicho esto, recuerda que si quieres asegurarte de no perder calidad de vida durante tu jubilación, siempre puedes destinar parte de tu ahorro a un plan de pensiones. Dependiendo de tu aversión al riesgo y tus objetivos, podrás asegurarte un futuro menos incierto.
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