Tenemos muchos precedentes, desde la primera burbuja económica, que fue la de los tulipanes, pasando por la crisis financiera de 2008, siempre hemos conseguido recuperarnos. Ahora bien, ha habido recuperaciones rápidas que han dejado las recesiones atrás en poco tiempo y otras que, por desgracia, han sido más difíciles de remontar. De esta vuelta al crecimiento dependen muchos factores: las causas de la caída, la profundidad de la recesión, las medidas económicas que te toman para paliar sus efectos, las consecuencias posteriores que tienen…
Dependiendo de todos estos factores, podemos diferenciar distintos tipos de recuperaciones. Hoy en nuestro blog os vamos a hablar de las recuperaciones económicas en forma de U, V y de L, qué significan y qué consecuencias traen para la economía.
Tipos de recuperación económica tras una crisis financiera
Los nombres que reciben estas recesiones y sus posteriores recuperaciones vienen dados de los gráficos que representan estos hechos, ya que “dibujan” todo el recorrido económico imitando a las letras que dan nombre a dichas recuperaciones. Una vez descubierto el origen, pasemos a explicarlas.
Recuperación económica en forma de U
La primera de ellas sería la recuperación en forma de U. En ella encontraremos una caída muy aguda de la economía en un corto periodo de tiempo, seguida de una vuelta a la expansión económica en un periodo medio o largo de tiempo.
La parte positiva es que tras ese periodo de recuperación, se volvería (o se estaría cerca) de los niveles anteriores a la recesión.
Recuperación económica en forma de V
En el caso de la recuperación en forma de V es parecido a la recuperación en forma de U, salvo porque esta se prolonga más a lo largo del tiempo. Mientras que la recuperación en U tiene una caída rápida pero la expansión tarda más en darse, en el caso de la V la restitución de los niveles antes de la recesión tiene lugar bastante rápido.
Para ello se tienen que tomar medidas rápidas para, primero, paliar los efectos de dichas recesión y, segundo, dar con las claves que ayuden a remontar hasta los niveles anteriores.
Por otro lado, existe una segunda variable de la recuperación en forma de V, que sería en forma de W. En este caso, tras la rápida recuperación después de una primera crisis, hay otra recesión que contrae la economía para, finalmente, volver a recuperarse.
Recuperación económica en forma de L
Este tipo de recuperación se distancia más de las que hemos visto con anterioridad, puesto que después de una caída pronunciada de la economía que, cuando llegase al suelo de dicho descenso, se estabilizaría y crecería de forma tímida.
La principal diferencia entre este tipo en comparación con las dos anteriores es que cuando hablamos de la recuperación en L la expansión económica puede tardar años o décadas en darse. Incluso, en algunos casos, que nunca se llegue a los niveles conocidos anteriormente.
A tener en cuenta: Diferencias entre Recesión y Depresión económica
Pueden ser confundidas, pero en ningún caso podemos pensar que una recesión y una depresión son lo mismo. Mientras que una recesión es una desaceleración pasajera del ciclo económico, una depresión sería una caída pronunciada de toda la actividad económica.
Por eso, cuando hablamos de depresión económica nos referimos a un descenso prologando de la producción y el consumo, lo que traería desempleo y reducción de la inversión. Esto provocaría la quiebra de empresas y posibles deflaciones o hiperinflaciones.
Por qué debemos temer la recuperación económica en forma de L
De todas las recuperaciones de las que hemos hablado, la que tiene forma de L es la más preocupante. En los casos de U o V es evidente que, aunque pueda llevar más o menos tiempo, la economía del país que sufre esta recesión consigue expandirse hasta los niveles de crecimiento anteriores. Sin embargo, en el caso de la L, dicha “recuperación” no lo es tanto, puesto que lo que ocurre es que la economía se estabiliza y deja de bajar, pero puede que no llegue a los niveles de crecimiento anteriores. Es por ello que este tipo de recesión y recuperación son las mas dramáticas que podemos encontrar.
Ahora bien, eso no significa que la economía no sea capaz de crecer y ser próspera, pero no a los niveles que lo hacía en tiempos anteriores a la recesión. El ejemplo perfecto que podemos encontrar de una recesión en forma de L sería el de la economía japonesa tras su crisis de los años 90. Ahora bien, aunque la economía japonesa no ha vuelto a los niveles de expansión previos a la recesión, sigue creciendo de forma tímida, por lo que no podríamos hablar de una depresión.
Por eso, ante una posible recesión (y su próxima recuperación) es mejor mantener la mente fría, practicar slow finance y no dejarse llevar por el pánico en nuestras inversiones. Ya hemos visto que, salvo en el peor de los casos, las recesiones son desaceleraciones temporales del ciclo económico. Luego todo vuelve a su cauce.
Habla con un experto
En Renta 4 Banco sabemos lo importante que es la información en momentos de tanta volatilidad. Siendo fieles a una filosofía slow finance es importante actuar reflexivamente pero con decisión para controlar el riesgo según tus objetivos a medio plazo. Habla con tu asesor para que te ayude a determinar la forma más apropiada de actuar.
Te recordamos que en Renta 4 Banco estamos a tu disposición para evaluar tus inversiones y controlar los riesgos, y especialmente en los momentos de incertidumbre.
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