Los seguros de vida son pólizas que a menudo, están ligadas a la concesión de un gran préstamo bancario como puede ser una hipoteca. Se trata de contar con una protección tanto para ti como para tu familia. A continuación, vamos a contarte todo lo que debes saber acerca de ellos.
¿Qué es un seguro de vida?
Un seguro de vida es una póliza de protección que, condicionado al pago de una prima, que puede ser mensual, trimestral o anual, garantiza el pago de una cantidad previamente estipulada por contrato, al asegurado o a un familiar de éste, en caso de fallecimiento o incapacidad.
Por lo tanto, hablamos de una protección económica para la familia del asegurado si se diera su fallecimiento, o para el propio asegurado en caso de quedar incapacitado para el trabajo.
Cómo funciona un seguro de vida
En el momento de la contratación del seguro de vida, se fijan unas condiciones, estipuladas en la propia póliza, en las que se establecen las cantidades que el asegurado o uno de sus familiares recibiría en caso de incapacidad o fallecimiento del tomador de la póliza.
Dentro de dichas condiciones queda especificado quién de sus familiares sería el receptor de la indemnización por fallecimiento.
El contrato del seguro de vida incluye la obligación por parte del asegurado de pagar una prima, generalmente mensual, a cambio de contar con dicha protección.
Llegado el momento, de darse el fallecimiento del asegurado, el familiar que éste hubiera indicado en el contrato, recibirá una indemnización económica cuya cantidad ya se había estipulado en el momento de firma de la póliza.
En otro supuesto, si el asegurado quedara incapacitado por ejemplo, por motivo de un accidente, sería él mismo quien recibiera la cantidad que se hubiera fijado cuando contrató el seguro.
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Para qué sirve un seguro de vida
Un seguro de vida es sinónimo de protección ante situaciones que ya de por sí, son realmente desagradables y complicadas.
Pongamos un sencillo ejemplo para entenderlo mejor. Una familia compuesta por un padre, una madre y dos hijos en la que el padre está desempleado y sólo la madre trabaja y recibe un sueldo mensualmente. La madre, sabedora de la importancia de sus ingresos para el núcleo familiar, decide contratar un seguro de vida para proteger a los suyos en caso de fallecimiento.
Si se diera la trágica noticia de su muerte, su pareja y sus hijos, recibirían una indemnización que les permitiría salir adelante al menos, hasta que el padre encontrara un trabajo.
Lo mismo ocurriría en caso de que la madre quedara inválida por un accidente. Se trata de contar con un seguro que te proteja a ti y a los tuyos en los peores momentos.
Qué cubre un seguro de vida
Una vez explicado el concepto, resulta más fácil de entender por qué los bancos supeditan la concesión de una hipoteca a la contratación de un seguro de vida por parte de sus clientes.
En caso de fallecimiento del cliente, el seguro de vida sería quien cubriría el préstamo.
Pero los seguros de vida no tienen porqué estar ligados siempre a una hipoteca o préstamo similar. Muchas veces las personas los contratan únicamente para protegerse y proteger a sus familias.
Como hemos comentado anteriormente, las cantidades de las indemnizaciones por fallecimiento o incapacidad del asegurado, siempre quedan especificadas por contrato en el momento de contratación de la póliza.
Tipos de seguros de vida
Existen dos grandes modalidades de seguros de vida:
- Los seguros de vida riesgo: Son los seguros de vida que hemos descrito hasta ahora. En estos casos, el seguro implica el pago de una indemnización previamente estipulada por contrato, en caso de fallecimiento o incapacidad del asegurado.
- Los seguros de vida ahorro: Además de los seguros de vida asociados a fallecimiento o incapacidad, existen los conocidos como seguros de vida ahorro, que más bien son planes de ahorro a largo plazo. Dentro de este grupo encontramos dos tipos diferentes:
- PPA (Plan de Previsión Asegurado): Son similares a los planes de pensiones y aseguran un nivel de ahorro para el momento de la jubilación. También disponen de reducciones fiscales.
- PIA (Plan Individual de Ahorro Sistemático): El objetivo de estos seguros de ahorro es la obtención de una renta vitalicia en función de unas aportaciones previas realizadas durante años. Para que terminen siendo rentables, debe esperarse al menos diez años para la obtención de la renta y conlleva ciertas ventajas fiscales.
- PPA (Plan de Previsión Asegurado): Son similares a los planes de pensiones y aseguran un nivel de ahorro para el momento de la jubilación. También disponen de reducciones fiscales.
Cuándo contratar un seguro de vida
Teniendo en cuenta que un seguro de vida no sólo protege a los familiares del asegurado en caso de fallecimiento, sino que también hace lo propio con el propietario de la póliza en caso de incapacidad, desde el momento en el que una persona se inicia en el ámbito profesional y se independiza de sus padres, resulta interesante su contratación.
Por supuesto, ésta es aún más recomendable cuando se forma una familia y se tienen niños a su cargo.
Si hablamos de los seguros de vida ahorro, la verdad es que cuanto antes se contraten, mejor, porque más cantidad de dinero serás capaz de ahorrar para posteriormente, poderla recuperar con beneficios fiscales, como si de una inversión a largo plazo se tratara.
Un seguro de vida siempre es sinónimo de protección. No hay que esperar a tener hijos o a que el banco condicione la concesión de una hipoteca a su contratación para contratarlos. Por desgracia, nunca sabemos cuándo podemos necesitar de dicha protección y por eso, cuanto antes se contraten, mucho mejor. Además, cuando su contratación se produce a una edad temprana, la prima que incluyen suele ser bastante baja.
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