Conseguir rentabilidad es el objetivo de toda inversión, para ello, hay muchas formas de conseguirlo. Ahora bien, la parte más importante a la hora de plantearnos invertir es tener bien claro qué queremos conseguir, qué riesgos estamos dispuestos a asumir y durante cuánto tiempo vamos a estar invirtiendo. Es decir: objetivos, perfil de riesgo y horizonte temporal. Una vez que tenemos estos tres puntos claros, habrá una serie de tipos de productos de inversión que se adapten mejor a estos objetivos que a otros. Pero antes, recordemos: ¿Qué tipos de productos de inversión existen?
Cómo funciona un derivado financiero
Antes de empezar, debemos explicar que posiblemente los productos financieros derivados sean uno de los activos de inversión más complejo. Dicho de una forma simple, un derivado es un producto financiero cuyo valor depende de valor de otro activo, que se llama activo subyacente. Este activo subyacente puede ser desde acciones a materias primas, divisas, bonos… de ahí que sea un mercado amplísimo.
Una característica común a todos los productos derivados es el efecto apalancamiento, que define la relación entre el capital invertido y el resultado que se obtiene. Para un mismo importe, las posibles pérdidas o ganancias obtenidas de la operativa con derivados pueden ser superiores a las que se obtendrían si se negociaran directamente los activos subyacentes.
Esto es así porque los derivados, al permitir un alto grado de apalancamiento, solo precisan de un depósito pequeño de garantías con relación al volumen de la transacción.
Esto puede ser tanto una ventaja como una desventaja, ya que un movimiento pequeño de precio a su favor puede generar grandes ganancias; sin embargo, un movimiento pequeño de precio en su contra puede dar lugar a pérdidas importantes, pudiendo superar los fondos aportados como garantías. El riesgo de incurrir en grandes pérdidas al operar en productos derivados llegar a ser substancial.
Una vez explicado en qué consisten los derivados y su principal característica, toca hablar de los diferentes ejemplos de derivados que podemos encontrar en los mercados. Además, es la mejor forma de entender cómo funcionan.
Conoce el apalancamiento en trading
Tipo de derivado: Opciones
Las opciones son un contrato entre dos partes por el cual una de ellas (el comprador) adquiere el derecho, pero no la obligación de comprar o vender una cantidad determinada del activo subyacente en un momento futuro, a un precio determinado de antemano. Existen dos tipos básicos de opciones:
Opción call
Opción de compra, otorga al inversor el derecho a comprar el activo subyacente.
Opción put
Opción de venta, otorga al inversor el derecho a vender el activo subyacente.
Para comprender un poco mejor cómo funcionan este tipo de instrumento financiero derivado, vamos a explicaros cuatro tipos de estrategias de inversión con opciones:
Compra de opción de compra (long call)
Otorga al inversor el derecho a comprar el activo subyacente a cambio del pago de una prima. Las pérdidas están limitadas a la prima pagada y las ganancias son ilimitadas.
Venta de opción de compra (short call)
Obliga al inversor a vender el activo subyacente a cambio del cobro de una prima. Las ganancias están limitadas a la prima cobrada, mientras que las pérdidas son ilimitadas.
Compra de opción de venta (long put)
otorga al inversor el derecho a vender el activo subyacente a cambio del pago de una prima. Las pérdidas están limitadas a la prima pagada y las ganancias son ilimitadas.
Venta de opción de venta (short put)
Obliga al inversor a comprar el activo subyacente a cambio del cobro de una prima. Las ganancias están limitadas a la prima cobrada, mientras que las pérdidas son ilimitadas.
Futuros
Un contrato de futuros es un acuerdo estandarizado que obliga a las partes contratantes a comprar o vender el activo subyacente en una fecha futura, a un precio establecido de antemano.
Existen dos opciones de inversión:
Compra de futuros (posición larga)
Otorga el derecho a recibir en la fecha de vencimiento del contrato el activo subyacente objeto de negociación.
Venta (posición corta)
Implica que en la fecha de vencimiento el inversor deberá entregar el activo subyacente, recibiendo a cambio la cantidad acordada.
Los futuros tienen vencimiento, que es la fecha en la que tendría lugar el contrato de compraventa. Los vencimientos disponibles varían en función del contrato y existen dos formas de liquidación: por entrega y por diferencia. Mientras que en el primer caso cuando se cumple el vencimiento se entrega el activo subyacente, en el caso de liquidación por diferencia se abonará la diferencia entre el precio estipulado en el futuro y el de liquidación a vencimiento.
Antes de abrir una posición en futuros, es de vital importancia consultar la fecha de vencimiento y el tipo de liquidación del activo. Ahora bien, también podrás cerrar una posición antes de la fecha de vencimiento, o mantener abierta la posición más allá de la fecha de vencimiento.
CFDs
Los CFDs o contratos por diferencia son acuerdos entre un inversor y una entidad en el que intercambian la diferencia entre los precios de compra y venta de un activo subyacente, pudiendo ser un valor negociable, un índice, una divisa, un tipo de interés o cualquier otro tipo de subyacente de naturaleza financiera.
Los CFDs son contratos con una duración de un día hábil de mercado, con renovación automática diaria en tanto no se manifieste la voluntad de finalizar el contrato. La ventaja que ofrecen los CFDs al inversor es que le permiten beneficiarse de las variaciones del precio del activo subyacente sin necesidad de que lo adquiera.
A tener en cuenta: MEFF DA
El MEFF es el Mercado Oficial de Opciones y Futuros Financieros, un mercado organizado, regulado y supervisado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores. En él, como su propio nombre indica, se negocian opciones y futuros sobre bonos del Estado, acciones y sobre el propio Ibex 35.
Fuera de España existen los mercados de Eurex y Euronext en Europa para la negociación de opciones y futuros. Por su parte, en Estados Unidos solo se pueden negociar futuros en los mercados CME, NYMEX, COMEX, CBOT, CBOE.
Antes de invertir en derivados, piénsatelo
Como hemos visto, los derivados pueden ser una opción de inversión muy interesante si queremos obtener grandes rentabilidades… pero también pueden suponer grandes pérdidas.
Por eso mismo, no suelen ocupar grandes posiciones en carteras y fondos. Dicho esto, si te interesa operar en derivados te recomendamos que te mantengas bien informado y muy atento a tus inversiones.
Habla con un experto
En Renta 4 Banco sabemos lo importante que es la información en momentos de tanta volatilidad. Siendo fieles a una filosofía slow finance es importante actuar reflexivamente pero con decisión para controlar el riesgo según tus objetivos a medio plazo. Habla con tu asesor para que te ayude a determinar la forma más apropiada de actuar.
Te recordamos que en Renta 4 Banco estamos a tu disposición para evaluar tus inversiones y controlar los riesgos, y especialmente en los momentos de incertidumbre.