Existen múltiples estrategias de inversión. Cada una de ellas con unas características específicas.
Si bien los diferentes tipos de estrategias de inversión son formas diferentes de entender cómo podemos invertir nuestro dinero, todas tienen un objetivo común: conseguir buenas rentabilidades para nuestros ahorros. A través de diferentes sistemas y, sobre todo, análisis, el acercamiento que queramos llevar a cabo se puede basar en una de estas filosofías. La forma correcta de elegir cual es la que nos conviene debe ser conociéndolas y sabiendo con cual nos sentimos más a gusto.
Una de estas estrategias es la inversión en valor, también conocida como value investing. Hoy, os vamos a explicar en qué consiste y cómo nos puede ayudar a conseguir nuestros objetivos de inversión.
¿Qué es el value investing?
Explicada de forma rápida, la filosofía value investing consiste en comprar valores de calidad que, en el momento de su compra, tienen un precio de mercado por debajo de su valor intrínseco o real. Por tanto, es clave entender la diferencia entre precio y valor real o intrínseco de la acción. Os los explicamos:
Valor intrínseco de la acción
El valor intrínseco es una estimación del valor real de una empresa a través del análisis fundamental de sus datos. De esta forma, se puede extraer cual sería el valor de esta. Se puede tener en cuenta el valor contable o balance actual, el cálculo de las ganancias futuras… Es decir, para poder saber cómo se calcula el valor intrínseco se debe hacer a través de un buen análisis fundamental.
Precio de la acción
El precio de la acción es el valor que le da el mercado a este activo financiero. Va cambiando en base a la oferta y la demanda y la compraventa de esa acción.
¿Cuál es el origen del value investing?
La idea del value investing al final consiste en saber identificar a aquellas compañías cuyo precio de mercado está por debajo de su valor intrínseco y adquirirlas. De esta forma, se confía en que el mercado terminará otorgándoles ese valor y esa diferencia, llamada margen de seguridad, es lo que nos reportará el beneficio.
En cuanto al origen de esta filosofía de inversión, data de 1928 y fue desarrollada por Benjamin Graham y David Dodd en la Columbia Business School y, si bien ellos fueron sus creadores, fue popularizada por el famoso inversor Warren Buffet.
Warren E. Buffet
Presidente de Berkshire Hathaway
Warren Edward Buffet es uno de los inversores más reconocidos en Estados Unidos. Estudió en las universidades de Pensilvania y Nebraska, para luego terminar en la Escuela de Negocios de Columbia, donde se convertiría en uno de los alumnos estrella de Benjamin Graham y conocería la filosofía value investing.
A partir de ahí, empezó a trabajar como inversor, primero con Graham y, posteriormente, con una empresa familiar en la que en tan solo 6 años consiguió convertir el patrimonio inicial de 105.100 dólares en 7 millones. En 1965, entraría en la empresa textil Berkshire Hathaway que más tarde reconvertiría en una sociedad de inversión cuyas acciones están a día de hoy por encima de los 400.000 $.
Cómo hacer Value Investing
Teniendo en cuenta que Warren Buffet es uno de los inversores más reconocidos a nivel global por su buen hacer inversor, está claro que el value investing es una filosofía de inversión interesante. Ahora bien, para que funcione como estrategia hay que ser consciente de cómo llevarla a cabo. El propio Warren Buffet tiene dos reglas de oro a la hora de invertir:
- Regla nº1: No perder dinero
- Regla nº2: Recordar siempre la primera regla
Más allá de estas reglas, el pilar clave sobre el que se sustenta la inversión en valor es el análisis fundamental. Los métodos de análisis en value investing son esenciales a la hora de desarrollar este tipo de estrategia de inversión, sin embargo, también podemos destacar unas características de value investor que tienen que ser comunes:
Análisis profundo
Encontrar empresas que estén devaluadas por su precio de mercado solo es posible a través de un análisis profesional e intensivo. Sin llevarlo a cabo, es imposible realizar value investing.
Seguridad en la decisiones
Entrar en empresas que se encuentran con precios bajos suena bastante atractivo por su potencial de revalorización, pero en momentos de volatilidad podemos dudar. Hacer frente a esas emociones es importante y hay que saber sobreponerse a ellas. Si nos apoyamos en un buen análisis, esas dudas desaparecerán, solo hay que dejar pasar tiempo.
Paciencia
Una vez tengamos claro que una acción está por debajo de su precio de mercado, tan solo hay que dejar actuar al tiempo hasta que el valor intrínseco y el precio de esta converjan. Sin embargo, puede pasar un largo tiempo hasta que esto ocurra, así que tenlo en cuenta a la hora de aplicar esta filosofía.
Alternativa al value investing: fondos de inversión
Como os estaréis imaginando, invertir bajo la filosofía de value investing requiere esfuerzo, dedicación y tiempo, por tanto, no está al alcance de todo el mundo. Ahora bien, eso no quiere decir que no puedas realizar inversiones bajo una estrategia de value investing.
Existen multitud de fondos de inversión bajo esta filosofía, haciéndola más accesible a todo tipo de públicos. De este modo, tan solo tienes que buscar aquellos que se rijan bajo esta estrategia y hacerte partícipe, una forma fácil y accesible de invertir en valor.
Una lectura adicional: El Inversor Inteligente de Benjamin Graham
Si quieres investigar un poco más sobre value investing y sobre consejos de inversión en general, este libro del maestro de Warren Buffet es un gran punto de partida. Es más, el propio Buffet cree que es el mejor libro de inversión jamás escrito.
En él, el autor explica su filosofía de inversión y ayuda al lector a desarrollar un plan para comprar acciones evitando errores estratégicos. Un gran punto de partida para el value investing y para la inversión en general.
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En Renta 4 Banco sabemos lo importante que es la información en momentos de tanta volatilidad. Siendo fieles a una filosofía slow finance es importante actuar reflexivamente pero con decisión para controlar el riesgo según tus objetivos a medio plazo. Habla con tu asesor para que te ayude a determinar la forma más apropiada de actuar.
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