Síndrome postvacacional: qué es y cómo combatirlo

Verano significa vacaciones. Y vacaciones significa desconectar de la rutina.

Ya sea cogiendo las maletas y yendo a la playa o a la montaña, volver al pueblo y reconectar con las raíces o simplemente aprovechando para estar en el sofá y descansando, las vacaciones son uno de nuestros momentos favoritos del año. Pero hoy no os hemos venido a hablar de esos. Las ventajas y todo lo positivo que tienen las vacaciones ya las conocéis de sobra, pero hoy nos vamos a centrar en una parte no tan positiva de las vacaciones.

Hoy en nuestro blog os vamos a hablar del llamado síndrome postvacacional, qué es y cómo nos afecta tras disfrutar de nuestro merecido descanso.

Aprende a desconectar en vacaciones aquí

¿Qué es el síndrome postvacacional?

El síndrome postvacacional, también llamado en algunos sitios depresión postvacacional hace referencia a las sensaciones de molestia o estrés que podemos experimentar al volver de vacaciones y reincorporarnos al trabajo. Viene ocasionada por los cambios de rutina. Es decir, cuando nos vamos de vacaciones es posible que dejemos de madrugar, nos podemos acostar más tarde (o más temprano), comemos a deshora, tenemos menos obligaciones o las dejamos a un lado…

Dicho de otra forma, en vacaciones rompemos complemente nuestra rutina. Aunque pueda parecer una tontería, somos seres de hábitos y cambiar lo que hacemos en nuestro  día a día tiene consecuencias.

Si no, recuerda que ya te explicamos que una de las claves de adaptarse al teletrabajo era desarrollar nuevos hábitos. Cuando hablamos del síndrome postvacacional, ese estrés y malestar que se puede generar después no suele ser más que una readaptación a los hábitos laborales.

Si a esto le sumamos que muchas personas no están del todo a gusto en sus trabajos, la adaptación a la rutina laboral hace que pueda aparecer este síndrome con más facilidad. Ahora bien, aunque estés a gusto en tu trabajo, no quiere decir que te libres de este síndrome.

Una vez explicado, cabe mencionar que en la actualidad el síndrome postvacacional no está considerado como una enfermedad como sí puede serlo el estrés o la ansiedad. Como ya hemos explicado, este malestar que puede aparecer de forma física o emocional es fruto de una adaptación del cuerpo a la rutina y puede aparecer durante un periodo corto de tiempo. Si por el contrario, estos síntomas se van intensificando o alargando, quizás si es momento de ver a un especialista, pero no estaremos hablando de estrés postvacacional. 

Cómo superar el síndrome postvacacional

Vale, ya sabemos en qué consiste el síndrome postvacacional pero ¿hay alguna forma de luchar contra él? Bueno, al final como hablamos de una readaptación a nuestras rutinas, la mejor forma de luchar contra el estrés postvacacional es con prácticas que nos ayuden a reacondicionarnos. Para ello os ofrecemos una serie de consejos:

Guárdate un día de descanso

Quizás suena paradójico, pero hay muchas personas que utilizan las vacaciones para viajar y no paran ni un solo día. Es otro tipo de descanso (hablamos del descanso mental) y también es necesario, pero el descanso físico también es importante. Si hacemos esto, volvemos de las vacaciones y al día siguiente tenemos que pegarnos el madrugón y presentarnos en la oficina con ojeras, el golpe puede ser terrible y es fácil que suframos el síndrome postvacacional.

Para evitarlo, una buena forma es volver un día antes de tu viaje y darte ese día de “descanso” y aclimatación para lo que está por venir. O mejor, en vez de volver un día antes, cógete el lunes de descanso y ya vuelve el martes con fuerzas renovadas.

Regulariza tus horarios en la medida de lo posible

Cuando estamos de vacaciones la tentación de quedarnos hasta las tantas de la mañana en la cama es fuerte. O de pillar una peli en la tele y cuando te quieres dar cuenta estás viendo el enésimo anuncio de la teletienda. Súper tentador y difícil decir que no, pero también puede hacer que la vuelta al trabajo sea más difícil.

Si conseguimos mantener unos horarios parecidos, en la medida de lo posible, a los que tenemos en nuestro día a día, cuando toque ir a la oficina nos costará menos. Esto no quiere decir que tengas que tener los mismos horarios, pero si consigues que sean parecidos y mantienes tu nivel de horas de sueño estable, estarás avanzando mucho trabajo. Eso sí, no te olvides de disfrutar de tu descanso.

Tómate la vuelta con calma

Uno de los principales problemas al volver de las vacaciones es el primer contacto con el trabajo. Has estado una serie de días fuera en los que (si has hecho las cosas como deberías) no te has enterado de nada de tu trabajo. Por eso, abrir el correo puede ser el horror cuando veas tu bandeja de entrada hasta los topes de mails.

Lo más importante es tranquilizarte, el mundo ha seguido girando mientras has estado fuera y ahora toca ponerse al día. Así que intenta, en la medida de lo posible, tomarte tu tiempo para ver todo lo que ha pasado y haz una lista de prioridades con las cosas que quedan pendientes. Cuando lo hayas hecho, empieza por lo fácil y ve asumiendo lo difícil cuando estés más acondicionado. Intenta no empezar la casa por el tejado.

Lo más importante: disfruta de tus vacaciones

Es muy probable que en mayor o menor medida puedas experimentar un poco de estrés postvacacional después de las vacaciones. Pero como te hemos explicado solo debe durar unos días y es fruto de un reacondicionamiento a la rutina de trabajo, así que no te preocupes.

Por otro lado, no queremos despedirnos sin hacer mención que no debes de olvidar nunca el principal objetivo de las vacaciones, con o sin síndrome postvacacional: disfruta del verano y descansa