La competencia imperfecta entre empresas es un concepto muy común a la hora de definir determinados mercados.
Es una situación económica que se da, habitualmente, en diferentes sectores y que, pese a que quizás no te hayas parado a pensar en ello, seguro que sí la has percibido en más de una ocasión.
¿Todavía no conoces cuáles son sus características y qué factores potencian su aparición?
No te pierdas este artículo, donde vamos a contarte todo lo que necesitas saber acerca de la competencia imperfecta.
Qué es la competencia imperfecta
Empezaremos por definir en detalle el concepto de competencia imperfecta. La competencia imperfecta aparece dentro de un mercado cuando una o varias empresas tienen suficiente importancia dentro del mismo como para influir directamente en el precio de sus bienes y servicios.
Básicamente, la influencia de estas empresas es tan relevante dentro del mercado que, simplemente limitando la oferta de sus productos, son capaces de hacer crecer los precios del sector.
Esta situación suele darse ante la falta de competidores de calidad, ya sea porque los productos que ofertan son poco competitivos, o porque no cuentan con los recursos económicos suficientes para influir en el mercado.
Invierte en las mejores empresas
Accede a nuestro bróker y conoce los sectores más competitivos.
ver bróker
Los tipos de competencia imperfecta
Hay cuatro tipos de competencia imperfecta:
- El monopolio
- El oligopolio
- Competencia monopolística
- Monopsonio
A continuación, procederemos a explicar cada una de ellas.
- El monopolio: Se trata de una situación del mercado en la que una empresa productora o vendedora de un determinado bien o servicio, explota su producto hasta el punto de no dejar margen a otros competidores. Puede producirse bien por algún tipo de privilegio legal que le concede a dicha empresa una situación mejorada respecto al resto o bien, por algún tipo de fallo del mercado, siendo las propias reglas mercantiles las que le conceden a dicha entidad un poder superior al resto de organizaciones. Esta situación suele ser negativa para el consumidor, ya que éste no dispone de margen de elección en lo que al consumo o el bien se refiere. Básicamente, lo que ocurre es que no existe la competencia.
- El oligopolio: Hablamos de un modelo de mercado que presenta pocos productores, vendedores o distribuidores de un bien, servicio o recurso concreto. ¿Y cómo se llega a esta situación? Pues generalmente, son las empresas que integran el oligopolio las que colaboran entre sí con el fin de mantener dicho modelo de mercado, evitar la entrada de nueva competencia y por lo tanto, esquivar la repartición de ingresos con nuevos miembros. Un ejemplo muy claro de oligopolio es el que Pepsi y Coca Cola mantienen en algunos países dentro del sector de los refrescos.
- Competencia monopolística: En este caso, hablaríamos de un modelo de mercado prácticamente opuesto al del monopolio. En esta situación económica, existen varios actores dentro del mercado, o lo que es lo mismo, varias empresas productoras, vendedoras y distribuidores de servicios y productos, pero ninguna de ellas sostiene el poder suficiente como para controlar la situación mercantil frente al resto. Por lo tanto, nos referimos a un mercado en el que existe libertad de entrada y salida para distintas compañías y servicios diferenciados.
- Monopsonio: Aquí hablamos de un modelo de mercado muy peculiar, marcado por la ausencia de competencia en la demanda. De este modo, encontraríamos un único demandante y por lo tanto, será ese actor quien influya directamente en la producción y los precios del mercado. Un ejemplo en esta línea podría ser la industria armamentística de un país, cuyo único demandante suele ser el estado.
Desde Renta 4 esperamos haber resuelto tus dudas acerca del concepto de competencia imperfecta y cómo ésta se muestra en los mercados. Ahora te toca a ti, ¿qué ejemplos conoces de cada uno de los tipos de competencia imperfecta? Seguro que ya se te ha ocurrido más de uno.
Habla con un experto
Empieza a invertir en las mejores empresas
