Cualquier persona puede invertir. Ahora bien, ¿pueden invertir las empresas?.
Bueno, la respuesta es muy fácil: sí. Y podemos poner diferentes ejemplos. Podemos hablar de empresas que quieren bonificar a sus trabajadores con planes de pensiones y necesitan invertir o simplemente compañías que buscan ampliar los horizones de su negocio. Es más, cuando hablamos de empresas que buscan inversión, hablamos de un tipo de inversión muy específica, la inversión institucional.
Por eso, hoy en nuestro blog os vamos a hablar de la inversión institucional, en qué consiste, a quién está dirigida y las diferencias que existen entre los inversores institucionales y los minoristas.
¿Qué es un inversor institucional?
Lo que define a un inversor institucional de los inversores minoristas es principalmente que son entidades que poseen grandes cantidades de dinero para la gestión e inversión. De esta forma, esto engloba principalmente a gestoras de fondos de pensiones y fondos de inversión, bancos y cajas, sociedades de inversión e instituciones de inversión colectiva, compañías de seguros…
Ahora bien, eso no significa que dentro de un inversor institucional no haya otros inversores minoristas invirtiendo a través de él. Para ponerlo con un ejemplo práctico, un pequeño ahorrador quiere invertir parte de su patrimonio no pero tiene experiencia en el mundo financiero. Ahí es cuando entra en acción el inversor institucional, ya sea una gestora de inversión, una aseguradora o un banco.
RECUERDA
Una empresa puede recurrir a un inversor institucional para invertir parte de su capital en el mercado financiero de forma especializada
El inversor institucional sirve a los inversores minoritarios como puente hacia la inversión, ya que a este tipo de entidades se les presupone unos conocimientos determinados. Al fin y al cabo, muchas de ellas son entidades cuyo único modelo de negocio se basa en la gestión e inversión de activos financieros, por lo que resulta difícil encontrar un mejor intermediario que se ocupe de nuestras finanzas.
Además, otro de los puntos fuertes que poseen los inversores institucionales son volúmenes de capital con los que negocian. Al contar con patrimonios elevados, los inversores institucionales tienen acceso a una amplia variedad de activos financieros a los que los inversores minoristas no pueden acceder. Por ejemplo, hay muchos productos derivados que requieren mucho apalancamiento o algunas materias primas cuyos precios de mercado son muy elevados y un inversor institucional si posee el patrimonio necesario para poder invertir en estos vehículos de inversión.
La importancia de la inversión institucional
Así pues, la inversión institucional posee una amplia influencia en los mercados de valores ya que, al manejar grandes cantidades de capital, sus movimientos de mercado pueden resultar muy relevantes. Esto se traduce en que su influencia puede hacer que la toma de decisiones de una empresa esté condicionada por ellos. Para entender mejor la relevancia que pueden llegar a tener, pongamos unos ejemplos:
Entrada en los consejos de administración
Supongamos que un inversor institucional quiere entrar en una empresa cuya capitalización bursátil alcanza los 75.000 millones de euros. Al comprar los títulos de la empresa por valor de 15.000 millones, se hace con un 20% del total de las acciones de la compañía y pasa a formar parte de la junta de accionistas.
Fluctuaciones de mercados
El hecho de que puedan entrar en consejos de administración de las empresas no es la única acción relevante que pueden ejercer los inversores institucionales en los mercados. Otro ejemplo perfecto de la importancia que tienen los inversores institucionales es que si deciden salir de una empresa en la que tengan bastante capital, puede hacer que la valoración de una acción cambie completamente.
Eso sí, los inversores institucionales no tienen la misma libertad de un inversor minorista. Para empezar, al considerarse inversores cualificados, no cuentan con la misma protección de la que puede disponer un minorista que está siendo asesorado. Por otro lado, al crear fondos de inversión o de pensiones, sus estrategias se ven delimitadas por estos y sus movimientos deben realizarse en base a los parámetros establecidos en su filosofía de inversión.
Ventajas de los inversores institucionales para el inversor minorista
Para terminar, vamos a señalar una serie de ventajas que ofrecen los inversores institucionales a los pequeños ahorradores:
Transparencia
Los productos gestionados por los inversores institucionales deben mostrar sus valores liquidativos y los tipos de activos a los que se exponen, por lo que sabrás dónde está tu dinero.
Economía de escala
Como ya hemos explicado antes, gracias a la suma de las cantidades de pequeños inversores, el inversor institucional podrá acceder a una serie de activos financieros que de otra forma no podría llegar. Además, se consiguen mejores ventajas en comisiones, diversificación, etc.
Diversificación de los activos
Al manejar patrimonios elevados, los inversores institucionales pueden repartir el riesgo de sus operaciones en diferentes activos. Así, si alguna de las opciones de inversión falla, se verá recompensada por otra.
Gestión realizada por profesionales
Los inversores institucionales buscan el mayor rédito para el patrimonio que manejan, por lo que siempre contará con la atención, experiencia y profesionalidad de expertos en la materia.
Habla con un experto
En Renta 4 Banco sabemos lo importante que es la información en momentos de tanta volatilidad. Siendo fieles a una filosofía slow finance es importante actuar reflexivamente pero con decisión para controlar el riesgo según tus objetivos a medio plazo. Habla con tu asesor para que te ayude a determinar la forma más apropiada de actuar.
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