El otoño ya está aquí. Las calles se cubren de hojas, las lluvias inundan la ciudad y las temperaturas no paran de bajar
Con este panorama, el mejor plan que se te ocurre es sepultarte bajo siete mantas, armarte con un bol de palomitas y tragarte del tirón la nueva serie de Netflix. Y, seamos sinceros, este plan no está mal para tomarse un respiro de vez en cuando, pero que se convierta en costumbre no es demasiado sano. Y ese es el problema.
Cuando llega el otoño, muchas personas se sienten con menos energía y menos ganas de realizar planes. Te puedes notar más cansado de lo normal, algo más triste, de peor humor… Si eres consciente de estos cambios y te preocupan, puedes relajarte, no eres el único. Este “bajón” recibe el nombre de astenia otoñal y hoy vamos a explicarte sus causas y cómo combatirlo.
¿Qué es la astenia otoñal y qué la provoca?
Podríamos definir la astenia otoñal como la manifestación de cansancio, apatía y una debilidad generalizada a causa de la llegada del otoño. ¿A causa del otoño? Puede parecerte una locura, pero no lo es y tiene una base científica. Es bien sabido que en esta estación del año empiezan a bajar las temperaturas y aparecen las lluvias, pero también es el momento en el que los días se hacen más cortos.
La disminución de horas que pasamos al sol es una de las principales razones por las que podemos padecer astenia otoñal pero, ¿por qué?
Para empezar, al acortarse los días se produce un cambio en los ritmos vitales, provocando un desequilibrio interno. La aclimatación a esta nueva rutina es lo que llamaríamos astenia otoñal y su principal causante es la glándula pineal.
Sin ponernos demasiado técnicos, esta glándula es la encargada de segregar melatonina, una hormona que se encarga de la regulación del sueño, la energía, el hambre o la temperatura corporal. La producción de esta esta hormona se dispara cuando el cuerpo no recibe luz solar, provocando somnolencia y cansancio antes de lo previsto.
Por otro lado, el aumento de melatonina tiene como contrapeso un descenso de la serotonina. Esta hormona, también llamada hormona del humor, se encarga de gestionar (entre otras cosas) nuestro estado de ánimo, pudiendo provocar que nos sintamos más tristes o más irascibles.
¿Cómo ganar la batalla a la astenia otoñal?
Pero no te preocupes, tenemos la solución. ¡Quítate ya el pijama y las pantuflas! Pero antes de empezar no debes darle más importancia de la que tiene. La astenia otoñal es un síndrome, no es una enfermedad, y suele tener una duración de entre una semana a un mes como máximo. Este periodo de tiempo es el que tu cuerpo necesita para ajustarse al cambio. Y ahora bien, ¿podemos hacer algo nosotros para hacer esta transición más llevadera? ¡Por supuesto! Aquí tienes una serie de consejos.
1. Toma el sol
¿Tomar el sol en otoño? ¡Pues sí! ¡Y puede ser más necesario que en verano! Como ya os hemos explicado, el cuerpo necesita luz solar para generar serotonina y bajar los niveles de melatonina. Tomando el sol al menos unos 10 minutos al día, ayudarás a equilibrar ese desajuste y evitarás problemas de cansancio o mal humor. Y no, no nos referimos a que te pongas con una toalla en el parque de debajo de tu casa, pero date un paseo un poco más largo cuando vayas a comprar el pan. O simplemente sal un poco de casa.
2. Crea una rutina de descanso
Una buena forma de regular tu organismo es a través del sueño. Por eso, la mejor forma de superar la astenia otoñal es descansando lo suficiente. Es recomendable que intentes dormir una media de ocho horas al día.
Si además, apoyas esto con un horario concreto en el que te acuestas y te levantas a la misma hora, mejor que mejor. Ya sabemos lo importante que es generar hábitos y rutinas en nuestro día a día.
3. Haz ejercicio
Seamos sinceros, hacer ejercicio nunca está de más. Pero en este caso, hay una razón extra para enfundarse las mallas de running. Al ejercitarnos, el cuerpo libera endorfinas, una hormona que nos hace sentir mejor y vencer la apatía.
Así podrás contrarrestar los efectos de la producción baja de serotonina. Así que ya sabes, cálzate las zapatillas de running y al ataque.
4. Cuida tu alimentación
Con el desajuste hormonal provocado por la astenia y la bajada de defensas, la alimentación se vuelve un factor clave para no sentirnos débiles. Tomar suficiente agua e ingerir una buena cantidad de frutas y verduras es la forma de reforzar nuestras defensas.
Asegúrate además de aumentar tu consumo de vitamina C, pues con el desajuste puedes caer presa de un catarro más fácilmente.
Si bien la astenia otoñal no tiene que durarte mucho, haciendo caso a estos consejos podrás evitarla de forma más o menos efectiva. Y si de paso, adquieres alguna rutina beneficiosa, mejor que mejor, ¿no?
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