¿Qué te propones para el nuevo año? Una pregunta recurrente todos los eneros.
Para todos aquellos cuya respuesta haya sido: “Quiero ahorrar algo de dinero porque me cuesta llegar a fin de mes”, os traemos una sugerencia de nombre japonés llamada Kakebo, de la editorial Blakie Books.
Pensado en formato de papel, Kakebo significa literalmente “libro de cuentas para el ahorro doméstico”. Es una herramienta que tiene más de 100 años de antigüedad y está ligada a la figura de Motoko Hani, una mujer japonesa pionera en su época que formó parte de la primera generación de mujeres en acceder a la enseñanza superior y que se convirtió en la primera periodista de Japón.
Motoko fundó una escuela femenina de libre enseñanza y, como reportera, creó la revista femenina más longeva del país hasta la fecha, con el objetivo de fomentar el ahorro doméstico entre sus lectoras. En 1904, a raíz de esta publicación, salió a la venta el primer Kakebo de la historia, que tuvo un gran éxito desde el primer momento. A día de hoy, ha alcanzado gran popularidad tanto dentro como fuera de Japón y se publican decenas de kakebos adaptados a todo tipo de públicos y edades.
Cuando el ahorro se convierte en un juego divertido
La filosofía del Kakebo radica en que tenemos que apuntar absolutamente todo lo que nos hayamos gastado al final de cada día, desde lo más pequeño como un café o un paquete de chicles, hasta la cita en la peluquería, un libro o la factura de la luz.
Precisamente, los gastos que nos parecen más insignificantes, como comprar esa bolsa de patatas de la máquina a media mañana, pueden afectar más a nuestra economía de lo que nosotros imaginamos. Estos son los “gastos hormiga”, que sumados cada semana y a lo largo de todo el mes, pueden dar lugar a una cifra importante y descuadrarte el presupuesto. Por eso es tan interesante este método, ya que cuando haya pasado la semana, tendremos que sumarlo todo para echar cálculos y esto nos hará ser conscientes de a dónde ha ido a parar nuestro dinero.
Con un diseño divertido que lo hace parecer un juego, el Kakebo está dividido en varias categorías: supervivencia (alimentación, farmacia, transporte, hijos, mascotas, alquiler, facturas…); ocio y vicio (restaurantes, ropa, tabaco, comida rápida, cosméticos…), cultura (libros, música, teatro, revistas, festivales, cine…) y extras (viajes, regalos, avería de algún electrodoméstico, es decir, aquellos gastos imprevistos o que no tienen lugar todos los meses). Un gesto tan sencillo como apuntar los euros que nos gastamos cada día repercutirá de manera positiva en nosotros: seremos más conscientes de las compras que hacemos, intentaremos controlarnos más a la hora de gastar y podremos hacer frente a los imprevistos económicos.
Si no quieres olvidarte de nada, hazte recolector de tickets
Es muy común que cuando empiezas con el Kakebo te guardes una gran cantidad de resguardos de la compra, ya que así te será más fácil recordar todas las veces que pagaste en alguna tienda y que no se te escape nada. Además, el libro trae un pequeño bolsillo donde guardar unos pocos. Ojo, pero de nada sirve apuntar todos tus gastos y guardarte una caja entera de recibos de papel si luego no te sientas a reflexionar ni calculas en qué se te ha ido el dinero a final de mes. Esta es la enseñanza más importante.
Según se aconseja en el Kakebo, puedes hacerlo de dos formas. La primera, que nos parece más efectiva, es ahorrar de antemano y calcular tu presupuesto mensual, es decir, apuntar qué cantidad quieres ahorrar y dejarla intocable, pase lo que pase. Resta tus gastos fijos y tu ahorro a tus ingresos desde el principio; después podrás disponer del dinero que sobre para pasar el mes. En otras palabras, lo que el empresario estadounidense Warren Buffet resumiría en “No ahorres lo que queda después de los gastos, gasta lo que queda después de ahorrar”.
En Renta 4 Banco creemos profundamente en esta filosofía. Nosotros lo llamamos ser “preahorrador” y establecemos que, para que podamos ahorrar bien de verdad, necesitamos empezar por establecer un objetivo que nos motive, porque sin eso nos podríamos rendir fácilmente ya que, al principio, si no tienes un hábito de ahorro, te costará ponerte a ello. El segundo paso es establecer tu capacidad de ahorro. Siempre será más fácil aportar muchas pequeñas cantidades que una sola grande del tirón, lo que se conoce como ahorro periódico. En Renta 4 Banco queremos fomentar estos buenos hábitos y te proponemos que arranques ya y establezcas tu ahorro periódico y, como recompensa, te sumamos una de tus aportaciones, de regalo. ¿Te animas?
La segunda forma es calcular tu presupuesto mensual, es decir, restar tus gastos fijos a tus ingresos. El resultado será el dinero que tendrás disponible en el monedero para tu desembolso diario y semanal. Cualquiera de las opciones es válida. Puedes ir cambiando de una otra para probar cuál te funciona mejor y así adaptar el Kakebo a tu ritmo.
Por último, queremos dejar claro que este método no hace milagros si tú no pones de tu parte. Necesitas perseverancia para apuntar todos los días lo que te has gastado, fuerza de voluntad para no tocar el ahorro que te habías propuesto a principios de mes y, por último, deberás sacar tiempo para analizar en qué categorías te gastaste más euros. Lo bueno del Kakebo es que te lo propone como un juego y se te hace más llevadero. Pero si lo dejas en el olvido durante un mes, luego no te pongas nervioso si no tienes dinero para aquel objetivo que te marcaste cuando comenzaste el año.
¿Conocías este método? ¿Lo has puesto en práctica alguna vez? Compártelo con nosotros. Estamos deseando escuchar tu opinión. Y si te animas a probarlo después de leer nuestro artículo, ¡te deseamos mucha suerte en tu aventura y que ahorres mucho!
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En Renta 4 Banco sabemos lo importante que es la información en momentos de tanta volatilidad. Siendo fieles a una filosofía slow finance es importante actuar reflexivamente pero con decisión para controlar el riesgo según tus objetivos a medio plazo. Habla con tu asesor para que te ayude a determinar la forma más apropiada de actuar.
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