¿Sabías que a través de tus inversiones, además de aumentar tu patrimonio personal y asegurar tu futuro, puedes impactar positivamente en la sociedad y en el medioambiente?
Las inversiones sostenibles son toda una tendencia al alza. Cada vez más inversores optan por este modelo de inversión y en este artículo, te mostraremos todas las claves para entender por qué.
Qué es la inversión sostenible
Antes de entrar en detalle, comenzaremos por definir el concepto de inversión sostenible. Entendemos por inversión sostenible aquellas estrategias financieras que además de buscar cierto beneficio económico a corto o largo plazo, responden a factores sociales o medioambientales, apostando por activos y empresas cuya actividad está encaminada a garantizar un futuro mejor para el ser humano. Hablamos, por ejemplo, de compañías relacionadas con conceptos tan importantes como la sostenibilidad, las energías renovables, el cambio climático o la transición verde.
La inversión sostenible se ha convertido en los últimos años en una megatendencia que se produce a nivel global y tiene un carácter transversal, al afectar a diversos sectores. Y es que, este tipo de inversión es especialmente importante para el desarrollo sostenible de sectores económicos tan relevantes como la agricultura, la industria, la medicina, la tecnología o la educación entre otros.
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La inversión sostenible nunca había sido tan sencilla.
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Los Criterios ESG en las inversiones
Para identificar qué inversiones se entienden como sostenibles, existen unos criterios denominados ESG, que engloban distintos tipos de operaciones financieras.
Concretamente, la E (Enviroment) comprende aquellas inversiones en empresas con un impacto positivo a nivel medioambiental, la S (Social) incluye compañías cuya actividad está destinada a mejorar nuestra sociedad y por último, la G (Governance) está relacionada con los gobiernos corporativos de las compañías.
El interés en este tipo de inversiones ha ido creciendo en los últimos tiempos, de manera paralela al aumento de la conciencia social acerca de todos estos temas.
En otras palabras, cuando hablamos de criterios medioambientales, nos referimos concretamente a empresas cuya actividad impacta en aspectos tan importantes como la reducción de la contaminación, la protección de la fauna y flora del planeta y la reducción de problemas tan graves como el cambio climático o el efecto invernadero.
En lo que respecta a los criterios sociales, hablamos de compañías que promueven valores como el respeto a los derechos humanos, la inclusión y la diversidad.
Y por último, en lo relacionado a la gobernanza corporativa, serían compañías que se preocupan de desarrollar una estructura interna justa y equitativa, a través de prácticas éticas como la transparencia.
Se trata de promover la inversión en compañías consideradas sostenibles, por su trasfondo ambiental, social y corporativo. Pero por supuesto, además, hablamos de compañías rentables, que ofrecen un retorno estable al inversor.
Por qué es importante la inversión sostenible
Partiendo de la base de que vivimos en un mundo completamente globalizado, con recursos naturales cada vez más limitados y en el que aspectos como la igualdad social, los derechos humanos o el respeto medioambiental no siempre se sitúan en el primer plano, el hecho de que existan empresas cuya actividad responda a mitigar este tipo de cuestiones tan graves es un aspecto realmente fundamental en la evolución hacia un mundo mejor.
Las inversiones sostenibles promueven un crecimiento de la economía inclusiva, asegurando un futuro mejor para próximas generaciones y relacionando la rentabilidad financiera a criterios sociales, ambientales y de gobierno corporativo.
Básicamente y hablando claro, se trata de inversiones que además de ofrecer una rentabilidad económica, están destinadas a la creación de un mundo mejor. ¿Y acaso existe algo más importante que eso para el ser humano?
Beneficios de invertir en sostenibilidad
Más allá de los ya mencionados beneficios sociales, medioambientales y corporativos que implican las inversiones sostenibles, éstas adicionalmente, conllevan una serie de importantes ventajas frente a las inversiones tradicionales.
No sólo hablamos, por supuesto, de inversiones rentables. Este tipo de inversión ofrece los siguientes beneficios a tener en cuenta para el inversor:
- Mejora la reputación del inversor: Este tipo de inversión repercute positivamente en la reputación del inversor, algo que cada vez adquiere más valor en entornos empresariales y personales.
- Se trata de compañías con una mayor resiliencia ante las crisis: Las empresas catalogadas como ESG destacan por presentar un menor nivel de volatilidad.
- Combinación de rentabilidad: A través de los tres aspectos fundamentales de este tipo de inversión: el social, el económico y el medioambiental.
- Alineación con futuras regulaciones: Sobre todo en sectores tan importantes como el energético, la movilidad o la construcción
Cómo invertir en sostenibilidad
Como comentábamos con anterioridad, las inversiones sostenibles se han convertido en una tendencia creciente, lo que ha provocado que las opciones y diferentes posibilidades de inversión sean cada vez más numerosas y variadas.
- El primer paso para elegir en qué empresas de las denominadas sostenibles deseas invertir, pasa por seleccionar el desafío medioambiental, social o corporativo que más concuerde con tus ideales y valores. A continuación, dentro del abanico de empresas cuya actividad concuerde con dichos valores, toca elegir la que mejor concuerde con tus criterios de inversión. Para esto, internet y la IA pueden convertirse en un potente aliado, brindando a un clic de distancia, toda la información necesaria para componer un esquema completo de todas las opciones disponibles. Por supuesto, toda ayuda profesional es en este sentido, es más que bien recibida, siendo recomendable el apoyo de un asesor financiero que te ayude a definir la mejor estrategia tanto en lo referente al primer paso, como al segundo.
- Una vez seleccionada la compañía que mejor se adapte a tus criterios de inversión, debes fijar los detalles a nivel financiero. Nos referimos, por ejemplo, a la cantidad a invertir, el tiempo que dispones para hacerlo, el nivel de riesgo que estás dispuesto a correr y cuál debería ser el rendimiento de la inversión para cumplir con tus expectativas.
- Una alternativa excelente a la selección directa de acciones es invertir a través de fondos especializados en sostenibilidad. Si prefieres un enfoque que no requiera un seguimiento tan exhaustivo por tu parte, los fondos de inversión o los ETFs (fondos cotizados) con criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) son la solución ideal. Estos productos agrupan carteras diversificadas de compañías que ya han sido previamente analizadas y seleccionadas por gestores profesionales. La principal ventaja es que te permiten invertir en el sector de la sostenibilidad de una forma sencilla y diversificada, delegando el análisis y la gestión activa a expertos en la materia.
En resumen, la inversión sostenible es un tipo de inversión fundamental, ya que además de perseguir el rendimiento económico común a cualquier tipo de inversión, se apoya en valores fundamentales como la protección del medioambiente, la defensa de los derechos sociales y corporativos y en definitiva, el trabajo por la creación de un mundo mejor y más esperanzador para futuras generaciones.
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