Ser influencer está de moda. Los niños ya no quieren ser futbolistas, ahora desean convertirse en youtuber e instagramers como sus ídolos.
Pero… ¿es todo tan idílico como lo pintan las fotos de sus timelines repletas de likes? ¿Son los followers la fiebre del oro del mundo digital? ¿Te suenan a chino todas estas palabras en cursiva?
No te preocupes, enseguida nos ponemos en faena para analizar el mundo de la popularidad en Internet, con la ayuda de Javier de Miguel (@javierdemiguel_), Victoria Gómez Aparicio (@victoriadnc) y María Jesús Garnica (@mariajesusgarnica), que visitaron el Auditorio de la Fundación Renta 4 para formar parte de la mesa redonda “Cómo controlar tu popularidad en las redes sociales sin que ella te controle a ti”, enmarcada dentro del Ciclo de Conferencias ‘Invierte en ti’. Por cierto, las arrobas que acompañan a sus nombres son sus nicks y es la forma de encontrarlos en Instagram.
¿Qué es un influencer?
Lo primero es lo primero. ¿Qué es un influencer? Todavía no está recogido en el diccionario de la Real Academia Española, pero todo se andará. Un influencer es alguien que se ha hecho un nombre gracias a sus redes sociales, una persona influyente que ha conseguido un gran número de seguidores y ha formado una comunidad de fans que siguen sus opiniones sobre un tema determinado: moda, viajes, videojuegos, maquillaje, cine… Los hay de tantos tipos como temáticas. Muchos de ellos ya eran famosos antes, pero en otros ha pasado todo lo contrario: partieron del anonimato y ahora son considerados celebrities.
“Cualquiera puede abrirse un perfil en redes sociales, pero no todo el mundo consigue que le sigan miles de personas. Para ello es importante ser diferente, creativo, hacer contenido propio, ser interesante… No hay una fórmula exacta que lo defina. Aunque es importante no obsesionarse con el contador de seguidores y evitar cometer errores como copiar a los que tienen éxito sin aportar nada nuevo”, nos cuenta María Jesús Garnica, que se define como “Lifestyle & Fashion Blogger Youtuber” en su cuenta de Instagram, donde tiene 82.673 followers. El número abruma. Ahí hay tantas personas que se podría llenar un estadio de fútbol.
«Me encantaría que el término influencer desapareciera porque, en general, no nos gusta mucho y esto es algo que hemos hablado entre nosotros. Yo prefiero la palabra prescriptor», defiende Javier de Miguel, modelo e instagramer de 120.271 seguidores. «Hay gente que lo llama creador de contenido, tampoco es que me encante eso, pero no sé qué palabra sería la correcta», apunta Victoria Gómez Aparicio, blogger de moda con 117.821 followers en Instagram.
La responsabilidad de lo que compartimos en redes
Si nosotros nos lo pensamos dos veces antes de compartir un contenido en Internet, ¿sentirán presión social los influencers por las repercusiones que puedan tener sus palabras cada vez que hagan clic en Compartir publicación? “Cuando hago contenidos sobre temáticas que puedan generar debate, como la crianza, la alimentación o la salud, procuro informarme bien recurriendo a profesionales, cuido mucho lo que comunico y estoy un poco más pendiente de los comentarios. A cualquier usuario, para estar tranquilo, le recomendaría publicar sobre cosas que conozca de verdad en profundidad, que trate temas que controle”, aconseja María Jesús. La clave de su éxito ha sido, según nos cuenta ella, que cuando comenzó su blog en 2009 no lo hizo pensando que eso le haría ganar dinero.
«Hay que tener cuidado con lo que se dice, se hace o se anuncia, porque la gente se lo puede tomar mal. Por suerte, a mí no me ha pasado pero he visto cómo a una compañera le han puesto de vuelta y media por promocionar una marca de bollería porque eso es perjudicial para la salud y con el poder de influencia que tiene no puede decir eso», describe Victoria.
El postureo y la tiranía del ‘like’
¿Estamos sometidos a querer gustar a los demás, ya no sólo a los que están a nuestro alrededor sino a la gente desconocida que nos sigue en las redes sociales? “Es absolutamente imposible agradar a todo el mundo, por lo que, si intentas publicar para contentar al mayor número posible de personas probablemente acabes perdiendo el norte”, opina María Jesús. “Tampoco tiene mucho sentido acumular likes sin sentido, creo que es mucho más efectivo llegar a un público afín a tus contenidos que sea fiel a tus publicaciones porque de verdad les gusta y les interesa”, añade la youtuber.
Javier de Miguel mide mucho lo que comparte: «Pienso que cuando es algo privado eso no le va a interesar a nadie. Tenemos compañeros que retransmiten las 24 horas. Cada uno es muy dueño de elegir lo que quiere sacar o no, también dicen que somos esclavos de estar todo el rato retransmitiendo. Pero al final tú sabes perfectamente lo que publicas y lo que dejas fuera de la red. Forma parte del postureo».
El primer capítulo de la tercera temporada de Black Mirror, titulado “Nosedive”, en España traducido como “Caída en picado”, nos habla de un mundo en el que las personas pueden calificar a los demás con puntuaciones de una a cinco estrellas en cada interacción social, con sus fotos, la manera de saludarse o su aspecto físico. La protagonista está desesperada por alcanzar el 4,5, la puntuación que le permitirá acceder a la casa de sus sueños, sólo accesible a los más populares. Pero un paso en falso como un malentendido con alguien le podrá meter en un bucle de comentarios negativos y hacerle perder todo lo que había conseguido. Quizás todavía no estemos en esos extremos, pero que levante la mano quien no haya puesto una sonrisa si ha tenido más corazones o likes de lo normal en alguna de sus publicaciones.
Los trolls y los haters
Os traemos más palabras en cursiva… Los trolls y los haters son la nueva fauna de internet. En realidad, han existido siempre, pero en el mundo digital se mueven como peces en el agua. En la jerga de internet, un trol (está recogido en la RAE, por cierto) es una persona que publica mensajes irrelevantes o provocadores para molestar a los usuarios que están manteniendo una conversación, ya sea en un foro o en un blog. En otras palabras: su intención es molestar a los demás. Algo parecido les pasa a los haters, término que significa literalmente “odiador, alguien que odia”, y se utiliza para referirse a los usuarios que critican destructivamente a otra persona por el mero hecho de despreciar al otro.
¿Algún consejo para enfrentarse a estas dos joyitas de usuarios? “Tengo tolerancia cero con ellos. La mejor manera de deshacerse de ellos es no darles importancia. Jamás les respondo ni entro a discutir porque es lo que buscan. Lo importante es no dejar que te amarguen el día y, lo segundo, por supuesto, denunciarlo, ya sea la red social para que tomen las medidas oportunas contra el acosador o a las autoridades si fuese grave y necesario”, recomienda María Jesús.
En el caso de nuestros hijos, ¿sois partidarios de compartir su imagen? «Hay muchas cosas que el niño no puede decidir, como el bautizo. Quizás dentro de unos años te diga por qué me bautizaste si yo no quería. Hay muchas decisiones que tomas por el niño. Yo lo he hablado con mi pareja y sí que vamos a sacar a nuestro hijo en las redes, aunque no todo», explica Victoria, que pronto será madre.
Y cuando crecen y se hacen adolescentes, ¿cómo podemos ayudarles para que sepan establecer límites sobre su intimidad? “Creo que los padres y educadores tienen una labor súper importante de enseñar a los jóvenes un uso responsable de las redes sociales, y para ello es crucial que las conozcan y dominen. Los tiempos han cambiado, y si antes los adultos enseñaban a los niños a no aceptar caramelos o irse con desconocidos por la calle, ahora también hay que enseñarles a no compartir información privada o la ubicación de tu casa con gente de internet”, afirma María Jesús.
De estos y otros temas se habló bastante en la mesa redonda “Cómo controlar tu popularidad en las redes sociales sin que ella te controle a ti”, moderada por la periodista Susana Criado (@CriadoSusana en Twitter). No te preocupes si te quedaste sin poder ver la conferencia en directo, la encontrarás en diferido en nuestra página de webinars. ¡Y estate atento a nuestro Ciclo de conferencias ‘Invierte en ti’ para no perderte ninguna próximamente!