¿Cuál es la fórmula del interés compuesto?

La octava maravilla del mundo, así es como algunos hacen referencia al interés compuesto. Cuenta la historia que hace años le preguntaron al físico Albert Einstein que cuál consideraba que era la fuerza más poderosa del Universo, a lo que él contestó “el interés compuesto”. Honestamente, no sabemos a ciencia cierta si esta historia es real o es una invención, lo que sí sabemos es que el interés compuesto es una auténtica maravilla para las finanzas de los inversores, ya sean pequeños o grandes.

Ahora bien, ¿en qué consiste el famoso interés compuesto y cómo podemos calcularlo? Hoy en nuestro blog os vamos a contestar a estas preguntas, desentrañando uno de los pilares clave de toda buena inversión.

Diferencias entre interés simple y el interés compuesto

Aunque ya os explicamos más detalladamente qué es el interés compuesto (tenéis el enlace en el botón de arriba), os haremos un resumen rápido: el interés compuesto son los intereses que tu capital inicial va generando y sobre el cuál se generan nuevos intereses. Para comprenderlo de forma rápida, pongamos un ejemplo:

Tenemos una inversión de 10.000 euros que genera 5% euros de rentabilidad. Para el próximo año, tu capital de inversión será de 10.500 euros, puesto que esos intereses también se incluirán en tu inversión. Por tanto, durante ese segundo año si obtenemos un 5% de rentabilidad, el patrimonio crecerá hasta 11.025 euros, lo que supondrá unos intereses de 525 euros. Es decir, con la misma rentabilidad hemos obtenido 25 euros más que el año pasado.

Por decirlo de una forma más simple, tus viejos intereses te generarán nuevos intereses. Sin que tú hagas nada, tu propio dinero hará que tu inversión siga creciendo por sí sola sin que te tengas que preocupar. Llegados a este punto, cabe mencionar que hablamos de interés compuesto y no simple. La principal diferencia es que mientras el interés compuesto tiene en cuenta todo el patrimonio porque suma los intereses que se van generando, el interés simple solo toma como inversión el patrimonio inicial.

Volviendo al ejemplo anterior, si utilizamos la fórmula del interés simple y aplicamos la misma rentabilidad (5%), en el primer año obtendremos los mismos intereses, 500 euros. Sin embargo, en el segundo año obtendremos la misma cifra mientras que con el interés compuesto obtendríamos 525 euros.

¿Cuál es la fórmula del interés compuesto?

Bueno, esta ha sido la teoría del interés compuesto, pero la mejor forma de ver cómo funciona es llevándolo a la práctica y para ello (lo sentimos) tenemos que aplicar un poco de matemática financiera. Para ello, os vamos a presentar la fórmula general del interés compuesto, que es la siguiente:

Ahora, veamos cómo sería la fórmula si hablásemos del interés simple:

Así pues, a primera vista podemos comprobar que para realizar las fórmulas del interés simple y compuesto necesitamos los mismos datos. Sin embargo, en  el caso del interés compuesto la cifra que obtendremos será muchísimo más alta, sobre todo si el tiempo que mantengamos la inversión es el máximo posible.

Por esta misma razón, si nos planteamos hacer una inversión para un plan de pensiones, por ejemplo, y queremos hacernos una idea de cuál es la cantidad final que vamos a percibir, es mejor que utilicemos la fórmula del interés compuesto. Gracias a esta fórmula y utilizando la rentabilidad anualizada que tenga el plan, podremos saber más o menos qué cifra vamos a conseguir para nuestro retiro.

El interés compuesto como principal aliado del largo plazo

Ahora bien, ten en cuenta que la rentabilidad anualizada de un plan no tiene por qué repetirse en el futuro, ya que puede ser mayor o, en el peor de los casos,  sufrir rentabilidades negativas.

Sin embargo, en el caso de que suframos alguna pérdida, la parte positiva de la inversión a largo plazo es que esos descensos repercutirán primero sobre los intereses que hayamos obtenido con el paso de los años en vez de en nuestro capital inicial. Además, recuerda que dependiendo de cómo rescates tu plan de pensiones, las retenciones serán mayores o menores.

Potencia las ventajas del interés compuesto con el ahorro periódico

Llegados a este punto, puedes pensar que haciendo una inversión inicial y dejando pasar el tiempo el trabajo está hecho, pero nada más lejos de la realidad. Como ya hemos dicho, el interés compuesto es uno de los principales aliados del ahorrador e inversor, sin embargo la volatilidad está siempre presente en los mercados. 

Por eso, siempre es recomendable hacer pequeñas inversiones espaciadas en el tiempo y de forma periódica que una sola aportación cuando sacamos algo de ahorro a final de año. De esta forma generamos un hábito de ahorro (parte fundamental de la inversión) y conseguimos reducir los baches producidos por la volatilidad. Si a eso le sumamos los beneficios del interés compuesto, conseguir nuestros objetivos mediante inversión será una tarea más sencilla.

Con el objetivo de hacer más fácil la tarea a veces imposible del ahorro, existen herramientas como la de Ahorro Periódico de Renta 4, que mes a mes se encargará de destinar parte de tu dinero al producto de inversión que quieras. De esta forma, ahorrarás e invertirás sin que te des cuenta.

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