El Edit y el Ebitda son dos términos económicos fundamentales a la hora de valorar la salud financiera de una compañía. ¿Sabrías decirnos qué indica cada uno de ellos y cómo se calculan? Si no es así, no te preocupes, porque en las siguientes líneas vamos a aclarar todas tus dudas sobre estos dos importantes conceptos.
Qué es el Ebit
Las siglas Ebit provienen de los términos Earning Before Interest and Taxes (beneficios anteriores a intereses e impuestos). Se trata de una métrica enfocada a la medición de la rentabilidad de una compañía sin tener en cuenta los impuestos y los gastos por intereses financieros.
¿Y esto en qué se traduce? Pues básicamente, lo que busca el Ebit es ofrecer una imagen clara de cómo de rentable es la empresa en sus operaciones del día a día. Es un indicador clave para la evaluación del rendimiento operativo de una empresa por parte de analistas e inversores y resulta especialmente útil si se desea comparar el rendimiento de compañías registradas en países distintos, en los que las políticas fiscales son diferentes.
Artículos y Análisis
Informes de compañías realizados por los analistas de Renta 4 Banco
ver informes
Qué es el Ebitda
En este caso, el acrónimo inglés del que proviene la palabra Ebitda es Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization (beneficios anteriores a los intereses, los impuestos, las depreciaciones y las amortizaciones).
El Ebitda es un indicador que evalúa la rentabilidad operativa de las empresas antes de tener en cuenta los efectos no monetarios como son la depreciación y la amortización, así como los costes de financiación o la política fiscal.
Hablamos de una métrica especialmente relevante hoy en día, pues ofrece una visión real de la rentabilidad operativa de la compañía, ya que no tiene en cuenta gastos que no estén relacionados con las operaciones del día a día.
Diferencia entre el Ebit y el Ebitda
Ahora que ya sabes para qué se usan cada uno de los indicadores, procederemos a detenernos en su principal diferencia.
La diferencia más importante entre el Ebit y el Ebitda es que el segundo de ellos sí tiene en cuenta las amortizaciones, mientras que el Ebit las excluye. Pero esto, ¿qué implica en términos económicos?
Si tenemos en cuenta que la depreciación y la amortización son gastos reales dentro de la asignación de costes a largo plazo y la planificación de reemplazo de activos en una empresa, podremos determinar que el Ebit es el indicador más representativo de los dos a la hora de valorar el rendimiento económico de la compañía.
El Ebitda se utiliza más en sectores como las telecomunicaciones, el petróleo o el gas, dado que las inversiones de capital y los activos fijos son especialmente importantes. Pero el uso del Ebit abarca muchos más ámbitos económicos.
Cuando hablamos de la capacidad de la compañía para el pago de una deuda sí que el Ebitda adquiere un papel más relevante, ya que se basa en la generación de efectivo operativo. Es una métrica más cercana al flujo de caja al no incluir gastos no monetarios.
Conoce nuestros productos de inversión
Cómo se calcula el Ebit y el Ebitda
Ya conoces casi todo acerca de estos dos útiles indicadores económicos. Pero te falta probablemente lo más importante: saber exactamente cómo se calculan.
La fórmulas del Ebit es:
Ebit = Ingresos totales – Costes operativos
Y la fórmula del Ebitda es:
Ebitda = E (Ingresos netos) + I (interés) + T (impuestos) + (depreciación) + A (Amortización)
Como puedes ver, tanto el Ebit como el Ebitda aportan una visión más clara acerca de la salud económica y la viabilidad de una empresa. Son dos indicadores clave en materia financiera y dos términos que deben formar parte del día a día de todo empresario.
Aprende a invertir en bolsa
¡Descarga ya nuestra guía grauita!
