¡Por fin ha llegado el verano!
Empiezas a ver cómo en la oficina todos tus compañeros se marchan a la playa y tú te sientes más cansado de lo normal. El calor te agota y parece que no rindes igual… Necesitas vacaciones.
No es una excusa para tu jefe. Tan importante es trabajar como lo es descansar. Si quieres ser más productivo, tienes que desconectar durante un tiempo de tu puesto de trabajo. Las ventajas son numerosas, así nos lo cuenta Jordi Vilá, director del Máster de Desarrollo Directivo, Inteligencia Emocional y Coaching de EAE Business School: “Las ideas se tornan más frescas, la productividad al regreso crece debido al descanso, las relaciones pueden atemperarse en caso de acabar tensas durante el trabajo… Las vacaciones nos permiten un excelente periodo de reflexión que nos ayuda a ver las cosas desde otras ópticas”. ¿Cuál es el mínimo de días que necesitamos para volver con las pilas cargadas en septiembre? Cada persona es un mundo, pero “el mínimo estricto debería ser una semana. Aunque, lo deseable son dos semanas como poco, porque así existe un plazo de desconexión”, apunta el coach. Si las quieres coger de manera escalonada o todas de golpe, eso ya es a tu libre elección. Dependerá de si te cuesta más o menos enfrentarte al inevitable síndrome posvacacional.
«El cuerpo y la mente suelen avisar de su necesidad de reponer energías, así que cuando notamos el cansancio extremo puede ser un buen momento para hacer un alto en el camino»
Para Vilá, “el síndrome posvacacional es un síntoma de que algo no funciona en nuestra faceta profesional, ya que si hemos tenido un periodo de descanso reparador haciendo aquello que nos apetece y con lo que disfrutamos, deberíamos regresar con energía renovada”. Aunque estar triste el primer día de regreso es normal, poco a poco te irás acostumbrando a la rutina. Si eres de los que te cuesta volver, mejor que hagas escapadas durante el año. Pero, sobre todo, ten en cuenta que no se trata de la cantidad de tiempo sino de la calidad.
¿Quién desconecta más en vacaciones?
Según un estudio de Randstad, uno de cada tres españoles no logra desconectar durante las vacaciones, frente al 67,5% de los ocupados que sí lo hace. A menor edad, cuesta más cambiar el chip.
Cierra tus asuntos pendientes
¡Espera, no prepares la maleta todavía! Antes de irte de vacaciones deberías haber terminado todas tus tareas. No dejes nada sin resolver, porque la voz de tu conciencia te estará recordando aquello que no hiciste por procrastinador. “Tener los asuntos arreglados, delegados o gestionados, hará que no interrumpan tu descanso” y no tengas que estar contestando emails desde la tumbona de la playa. Y si te cuesta ponerte con esa tarea, que para ti es tan tediosa y que siempre pospones para mañana, prueba el método Kaizen, seguro que te dará el empujón que andas buscando.
Y ya que hablamos de desconectar, ¿por qué no hacerlo también de la tecnología? Sólo un ratito al día, para ver cómo te sientes. En vez de contemplar la puesta de sol a través de la pantalla de tu móvil, déjatelo en casa y mira al cielo con tus propios ojos. ¿De qué sirve tener 1.230 fotos de tu viaje guardadas en tu ordenador que luego no mirarás y seguro que tampoco imprimirás?
No te puedes marchar sin antes apuntarte estas ideas para el verano
- No hace falta madrugar tanto. Y si lo haces, que sea por gusto, pero no te pongas el despertador si no lo necesitas.
- Es bueno mantener alguna rutina, pero las vacaciones están para crear otras nuevas.
- Apúntate a alguna actividad o curso que siempre hayas querido hacer pero que por falta de tiempo o de incompatibilidad horaria no hayas podido. ¡Para eso se inventaron los talleres de verano!
- Haz un poco de ejercicio: sal a pasear, nada en la piscina…
- Descansa sin remordimientos. ¿Te apetece echarte la siesta? Es tu momento.
- Y lo más importante: no te cargues de cosas por hacer, no te agobies, sé realista. En estas vacaciones no te va a dar tiempo a todo, pero sí que es una buena oportunidad para sentar las bases de unas nuevas rutinas de cara al nuevo curso.
- Y si te vas de viaje, recuerda tomarte uno o dos días de transición antes de la vuelta a la rutina. No seas de esos que dicen: “Necesito vacaciones de las vacaciones” porque has estado sin parar recorriéndote tres ciudades en cinco días.
Para los que no pueden dejarse llevar por el descanso…
Aquellos trabajadores que no quieren desconectar nunca, ¿tienen un problema? Nuestro entrevistado lo tiene claro: “Eso es sin duda algo que acaba pasando factura. A mi modo de ver, el reseteado es imprescindible para el mejor funcionamiento personal. No obstante, es posible que para algunas personas eso suponga una quimera debido a su pasión por su profesión”.
En el caso de que estés buscando trabajo y pienses que no te puedes permitir unas vacaciones, nada más lejos de la realidad. Todo ser humano tiene la necesidad física y psicológica de desconectar. “En nuestro país, por ejemplo, el mercado de trabajo se paraliza prácticamente entre el 15 de julio y la primera quincena de septiembre. La persona no debería sentirse culpable si no está en continua búsqueda activa de empleo. Una cosa es estar con las antenas activadas y otra bien distinta, no permitirse el descanso por esa creencia”, concluye Vilá.