Ahorrar en España es igual a depósito. Ha sido así desde siempre pero ¿sigue siendo interesante?.
Los depósitos como producto de ahorro ya no son ni la mitad de atractivos de lo que eran antes. Apenas tienen rentabilidad (si es que llegan a tenerla) e incluso ya hemos llegado a un punto en el que las entidades financieras se han visto obligadas a cobrar a los clientes por sus cuentas corrientes. Esta evolución de los intereses en los depósitos y cuentas es una consecuencia directa de la política monetaria llevada a cabo por los bancos centrales, en nuestro caso el BCE.
El ahorro cada vez es más complicado, sobre todo para ahorradores que no se han atrevido a dar el paso hacia la inversión. Así, los depósitos estructurados han aparecido como opción de ahorro pero, ¿de verdad son una buena opción frente a la inversión? Hoy vamos a profundizar sobre ellos.
¿Qué son los depósitos estructurados?
Los depósitos estructurados o indexados son depósitos a largo plazo con un tiempo determinado en los que la rentabilidad está vinculada a la evolución de un activo subyacente, que puede ser desde un índice bursátil a un activo o un grupo de activos financieros. También existen los depósitos estructurados combinados, en los que una parte del capital destinado al depósito se invierte a plazo fijo mientras que el resto queda referenciado a un activo subyacente, ya sean acciones, un índice bursátil, etc.
En cuanto a cómo funcionan los depósitos estructurados, cabe mencionar que su rentabilidad está fijada. Es decir, que aunque pueda variar el porcentaje de interés dependiendo de la evolución del activo subyacente, siempre habrá un límite de interés máximo que te ofrecerá este producto. Ahora bien, esa limitación también está a la baja. Pero al final una parte positiva (y a su vez negativa) es que vas a saber cuál es la rentabilidad máxima y mínima de los depósitos estructurados.
En cuanto al resto de características, son bastante parecidas a las que podemos encontrar en un depósito “clásico”.
Para empezar, estos productos también están respaldados por la normativa del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Este organismo cubre hasta 100.000 euros por depositante y banco, por lo que el ahorrador estará seguro de que podrá recuperar su dinero siempre que su capital destinado al fondo sea inferior a dicha cantidad.
Por tanto, ofrecen seguridad con un posible potencial de rentabilidad. ¿Pero son una buena opción si nuestro objetivo es sacarle rendimiento a nuestros ahorros?
Cosas a tener en cuenta antes de contratar depósitos estructurados
Ya sabemos que la ventaja que ofrecen los depósitos estructurados frente a los depósitos clásicos es un potencial de revalorización más alto que, por otro lado, tampoco está asegurado. ¿Son entonces una opción interesante de cara a obtener rentabilidad de forma segura? Antes de responder, creemos que es importante tener en cuenta una serie de características de estos productos de ahorro.
Para empezar, si te estás planteando contratar un depósito estructurado primero tendrás que ver la información precontractual.
Aquí debe venir reflejada la obligación de la entidad de reembolsar el capital al vencimiento del depósito con las circunstancias de su remuneración, con una estimación de su TAE (si no sabes lo que es el TAE ya lo explicamos aquí con sus diferencias).
Por otro lado, también tienen que especificar que el riesgo de que no haya bonificación o que sea inferior a la ofrecida por un depósito de interés periódico.
Además, cabe destacar que cuando hablamos de depósitos estructurados nos referimos a productos que tienen unos plazos fijos establecidos y cuyo horizonte temporal suele ser largo plazo. ¿Eso significa que no puedas recuperar tu dinero? Depende. Por norma general, la mayoría de los depósitos, sean estructurados o no, permiten retirar el dinero. Sin embargo, esto tiene unos costes de cancelación bastante altos por lo que penaliza bastante su retirada y quita liquidez al producto.
Por tanto, aunque te puede ofrecer más rentabilidad que un depósito clásico, debes recordar que en un depósito estructurado la rentabilidad no tiene por qué estar asegurada. Quizás no tengas pérdidas, pero también es posible que no obtengas rentabilidades que sí te pueda ofrecer un depósito de interés periódico. ¿Y si lo comparamos con un producto de inversión?
Depósito estructurado vs producto de inversión
Al hacer una comparación de depósito estructurado frente a un producto de inversión (sea cual sea) primero hay que hacer una aclaración importante: son productos diferentes. Mientras que un depósito es un producto de ahorro tiene el fin de guardar nuestro dinero, los productos de inversión tienen como objetivo sacar rentabilidad a ese dinero ahorrado. Así pues, la comparación queda un poco desequilibrada puesto que los propósitos de estos productos son diferentes.
Si buscas rentabilidad
Si quieres sacar rendimiento de tus ahorros, productos de inversión como los fondos de inversión te van a ofrecer rentabilidades más interesantes con mucha liquidez. Incluso si lo comparamos con vehículos más ilíquidos como los planes de pensiones salen perdiendo, puesto que la fiscalidad de estos productos se convierte en una ventaja interesante y además ofrecen algunas alternativas de retirar los fondos sin penalización si se cumplen unos requisitos.
Si buscas ahorro
Si tienes como objetivo dar seguridad a tus ahorros, los depósitos te ofrecen más tranquilidad que los productos de inversión al tener de respaldo al Fondo de Garantía de Depósito.
Ahora bien, recuerda que solo cubren hasta los primeros 100.000 euros y que el hecho de que no pierdas dinero no quiere decir que no pierdas poder adquisitivo por culpa de la inflación.
Por tanto, podemos concluir que dependiendo de tus objetivos (ahorro o rentabilidad), cada producto puede cumplir con una de tus perspectivas. Pero si lo que buscas es rentabilizar tu ahorro, siempre va a ser más interesante un fondo de inversión o un plan de pensiones antes que un depósito estructurado, aunque sea de perfil conservador. Todo depende de lo que busques.
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