Una casa sale cara. El alquiler o la hipoteca, la luz, el gas, el agua, el seguro…
De media, la vivienda supone una tercera parte del presupuesto de una unidad familiar. Sin embargo, según los datos de la OCDE, en España el 37% de la población dedica el 40% de sus ingresos o más para la vivienda, lo que nos convierte en el país de la organización que debe destinar más parte de sus salarios a pagar un piso.
Con esta situación, unido a que en España no somos los más ahorradores, resulta difícil guardar unos cuantos euros a fin de mes. Por eso mismo, hoy en nuestro blog vamos echarte una mano. Te ofrecemos varios consejos para que consigas ahorrar un poco todos los meses y así poder dedicarlos a construir un futuro mejor para tu jubilación.
Consejos para ahorrar en la compra
Consejos para ahorrar en electricidad
Además del precio de la vivienda, una de las principales preocupaciones de los españoles es el precio de la electricidad.
Tras la última subida, se vuelve vital encontrar formas de reducir el consumo energético para no aumentar nuestro gasto e, incluso, intentar reducirlo. Antes de empezar, te recomendamos comprobar los requisitos para adherirte al bono social de electricidad.
Cuidado con pasarnos de potencia
Para comenzar, te conviene comprobar cuánta potencia tienes contratada en casa, es decir, la cantidad de kilovatios de la que dispones. ¿Qué significa esto? A mayor potencia, podremos utilizar más electrodomésticos a la vez con un incremento en nuestra factura, y viceversa. Si tenemos una potencia mayor de la que necesitamos, estaremos gastando recursos y derrochando un dinero que podríamos invertir en otras cosas.
Pero… ¿cómo descubrimos si tenemos la potencia adecuada? Bueno, para empezar te diremos que si te saltan los plomos cada dos por tres, tienes una potencia baja (y es posible que tengas que subirla).
Si por el contrario nunca te saltan… quizás deberías revisar tu factura eléctrica. Sea como fuere, te recomendamos que intentes evitar poner varios electrodomésticos a la vez, sobre todos aquellos que consumen mucho, como el horno y la lavadora.
Elige tus electrodomésticos de forma sabia
¿Has encontrado un chollo de tele 4K? 68 pulgadas, 3D, cuatro tomas de HDMI a cada lado ¡y encima a un precio de risa! Antes de quemar el botón de comprar en 1-click de Amazon, párate a pensar un segundo: ¿cuántos metros hay desde tu sofá al armario de la tele? Con una pantalla de esas dimensiones y un salón de 15 metros cuadrados, vas a tener que dejarte tus ahorros en el fisioterapeuta para quitarte la tortícolis.
Debemos ser conscientes de nuestras necesidades y no dejarnos llevar por los impulsos. ¿Necesito una tele igual de grande que la pared o con una estándar me sobra y me basta? En estos casos el consejo se resume en dos palabras: sentido común.
Por otro lado, es muy importante fijarse en la certificación energética de un electrodoméstico a la hora de irse de compras. Quizás una estufa con una puntuación AA+ te cueste unos cuantos euros más, pero piensa en el ahorro periódico que notarás en tu factura de la luz. Cabe destacar también la importancia de las luces de LED. ¿Sabías que una bombilla de LED utiliza un 80% menos de energía que un foco incandescente? ¡Encima duran mucho más!
Sé responsable con el consumo eléctrico
Una vez tienes las instalaciones eléctricas de tu casa optimizadas al 100%, toca hacer buen uso de ellas. Lo principal es no dejar todas las luces de la casa encendidas, es decir, si no vas a estar en una habitación, asegúrate de apagar la luz. Programarte un día de “maratón de plancha” o abrir la nevera lo justo y necesario son otras prácticas que también te ayudarán a ahorrar mes a mes.
Por otro lado, poner aparatos como la televisión o el ordenador en modo standby también consume electricidad, al igual que dejar los cargadores enchufados a la red sin que estén siendo utilizados. Para evitar estos derroches innecesarios, te recomendamos usar regletas con conmutador, para poder apagar todos estos electrodomésticos cuando no vayan a ser usados.
Consejos para ahorrar en agua
El ahorro en agua tiene dos razones: nos puede ayudar a reducir nuestra tarifa y de paso le hacemos un favor al medio ambiente. ¿Cómo podemos conseguirlo? Bueno, para empezar no derroches agua, muy simple.
Fácil, ¿verdad? Pues piensa en todas esas veces que mientras lavas los platos, te enjabonas o te lavas los dientes, te dejas el grifo abierto. Eso, a fin de año se traduce en litros y litros de agua que se pierden por el sumidero, junto a los euros en tus facturas.
Cierra el grifo y mejora el consumo de tu hogar instalando aireadores a la grifería, que mezclan el aire con el agua sin que afecte a la presión y reduciendo el gasto en un 50%.
Por otro lado, si tienes la posibilidad de instalar un lavavajillas te recomendamos encarecidamente que lo hagas. Así, podrás ahorrar más agua (no tendrás que preocuparte de cerrar el grifo) y, además, ¡tendrás más tiempo para ti! Y ya sabemos la importancia del tiempo libre.
El agua caliente, lo justo y necesario
Con el gusto que da abrir el grifo y sentir el agua caliente… Te entendemos, es difícil resistir la tentación, pero si queremos reducir nuestros gastos a veces hay que hacer sacrificios. El agua caliente puede suponer un cuarto del consumo energético de una vivienda normal, por lo que podemos conseguir un buen ahorro si no derrochamos.
Poner las lavadoras con agua fría es un comienzo. Además, ¡utilizar agua fría en vez de caliente viene genial para la piel! ¿Y qué me decís de esas duchas de agua fría en verano para quitarte el calor de encima?
Consejos para ahorrar gas
Por último, pero no por ello menos importante, el consumo de gas toma especial relevancia en el gasto mensual de las viviendas, sobre todo en los meses más fríos. Por eso, no hay que confiarse durante el verano y estar preparados para el incremento de la factura de octubre a abril. ¡Pero eso no significa que no podamos reducir el gasto!
Abrígate tú y a tu casa
La decoración es lo que convierte una casa en nuestro hogar. Pero, además, puede ser el apoyo perfecto para reducir nuestro consumo en invierno. Unas buenas cortinas de lana y la distribución de alfombras por toda la casa mantendrán el calor en los meses más fríos, haciendo que nuestra vivienda no parezca el polo norte.
En cuanto a la temperatura, ya seas friolero o caluroso, se estima que la temperatura ideal de una casa se sitúa en los 20º. Puede que pienses que por un gradito más no va a pasar nada, pero te equivocas. Esa variación minúscula puede incrementar el consumo entre un 5% y un 7%. Así que si te entra el frío en el cuerpo, mejor tira de batamanta.
Con esta pequeña lista de consejos, te resultará más fácil ahorrar todos los meses unos pocos euros y dedicarlos a construirte un futuro más seguro. Y tú, ¿tienes otros consejos para ahorrar? Compártelos con nosotros en los comentarios y las redes sociales. ¡Cualquier ayuda en la tarea del ahorro es importante!
Habla con un experto
En Renta 4 Banco sabemos lo importante que es la información en momentos de tanta volatilidad. Siendo fieles a una filosofía slow finance es importante actuar reflexivamente pero con decisión para controlar el riesgo según tus objetivos a medio plazo. Habla con tu asesor para que te ayude a determinar la forma más apropiada de actuar.
Te recordamos que en Renta 4 Banco estamos a tu disposición para evaluar tus inversiones y controlar los riesgos, y especialmente en los momentos de incertidumbre.
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