Opinión 21 febrero 2025

El problema de Europa no son los aranceles de Trump

El pasado fin de semana se ha producido una extraña coincidencia sobre el análisis de la situación actual de Europa de dos figuras relevantes. Aunque, analizando distintos ángulos, la conclusión ha sido la misma: el problema de Europa está dentro de Europa, no fuera de Europa.

Por un lado, el vicepresidente estadounidense J.D. Vance, en un discurso que ha sido muy mal recibido por las distintas autoridades europeas, ha señalado que el principal enemigo de Europa no es China o Rusia, sino que está dentro de la misma Europa.

Desde un ángulo totalmente distinto, y centrándose exclusivamente en el aspecto económico, Mario Draghi ha publicado un artículo en el influyente Financial Times en el que llega a la misma conclusión, al menos desde el punto de vista económico: el enemigo de Europa está dentro de Europa. El título de su artículo es muy ilustrativo: “Olvídese de Estados Unidos: Europa se ha autoimpuesto aranceles a sí misma” (Forget the US – Europe has successfully put tariffs on itself).

A pesar de todos los problemas de la economía europea y una debilidad endémica de su consumo interno, con una crisis evidente en Alemania y Francia, Europa sigue siendo una potencia exportadora. El superávit comercial de la UE alcanzó los 150.000 millones de euros en 2024. Los países con los que existe más desequilibrio comercial entre las exportaciones europeas y las importaciones desde dichos países son: Estados Unidos, con el que tenemos un superávit comercial de 84.000 millones de euros; Reino Unido, con un superávit de 40.000 millones de euros; y Suiza, con un excedente positivo de 22.300 millones de euros. Europa exporta mucho más de lo que importa. El único país con el que la UE tiene un déficit comercial relevante es con China, que asciende a 54.00 millones de euros.

La economía europea depende notablemente de la demanda exterior. Las barreras en el comercio interior han impulsado a las empresas en centrarse en la exportación fuera de la UE. Así, el comercio exterior de la Eurozona en lo que llevamos de siglo XXI se ha incrementado desde el 31% al 55% del PIB, mientras que en China y Estados Unidos apenas se ha incrementado en dos puntos porcentuales, situándose en nivel del 37% y 25% del PIB, respectivamente.

En un entorno de incipiente guerra comercial y de una competencia cada vez más feroz de China, tanto en los mercados internaciones como en el propio mercado chino, el escenario es poco favorable para las perspectivas de la economía europea.

Draghi menciona la incapacidad de la UE para subsanar las cuantiosas limitaciones a las empresas, las elevadas barreras al comercio interior y las cuantiosas trabas regulatorias. “Estas limitaciones a las actividades económicas son mucho más dañinas que los posibles aranceles que la Administración Trump pueda imponer”.

De acuerdo con un informe del FMI mencionado por Draghi, el nivel de las barreras en el comercio dentro de la UE equivale a la imposición de aranceles del 44% en los bienes, con una gran dispersión entre los distintos sectores. En el caso de los productos agrícolas o textiles las trabas equivalen a un arancel superior al 100%. A modo de comparación, en el comercio interno entre los distintos estados de Estados Unidos el arancel equivalente es de solo el 13%. En el caso de los servicios las trabas son incluso superiores, alcanzando, de media, el equivalente a un arancel del 110%. El mercado único europeo está lejos de ser una realidad óptima.

La regulación en la UE ha sido hasta ahora una losa para la innovación de los servicios más avanzados, especialmente los digitales. Draghi menciona, en especial, la directiva de protección de datos. Su aplicación se estima que ha reducido un 12% el beneficio de las firmas tecnológicas europeas de menor tamaño. La capacidad de atracción de este tipo de empresas, fundamentales para aumentar la productividad es realmente reducida en comparación con la de otras áreas geográficas.

 

El ya famoso informe Draghi, donde hacía un análisis profundo de las vulnerabilidades de la economía europea, es anterior a la elección de Trump. Aun así, no cabe duda de que los vientos de desregulación y de cambio de las reglas del juego en el comercio internacional están ayudando a tomar conciencia de que una vez hecho el diagnóstico es imperativo para Europa actuar, simplificando la regulación y eliminando trabas.

 

Como coinciden J.D. Vance y Mario Draghi, aunque desde ángulos muy distintos, el problema de Europa está dentro de Europa, no en los aranceles de Estados Unidos.        

 

Artículo escrito por Jesús Sánchez-Quiñones, Consejero-Director General de Renta 4 Banco, en El Economista.

 

Jesús Sánchez-Quiñones González
Tel: 91 398 48 05 Email: clientes@renta4.es


El presente artículo de opinión no presta asesoramiento financiero personalizado. Ha sido elaborado con independencia de las circunstancias y objetivos financieros particulares de las personas que lo reciben. El inversor que tenga acceso al presente artículo de opinión debe ser consciente de que los valores, instrumentos o inversiones a que el mismo se refiere pueden no ser adecuados para sus objetivos específicos de inversión, su posición financiera o su perfil de riesgo ya que éstos no han sido tomados en cuenta para la elaboración del presente artículo de opinión, por lo que debe adoptar sus propias decisiones de inversión teniendo en cuenta dichas circunstancias y procurándose el asesoramiento específico y especializado que pueda ser necesario.

El contenido del presente documento así como los datos, opiniones, estimaciones, previsiones y recomendaciones contenidas en el mismo, han sido elaborados por el autor / es con la finalidad de proporcionar a sus clientes información general a la fecha de emisión del artículo de opinión y está sujeto a cambios sin previo aviso. Este documento está basado en informaciones de carácter público y en fuentes que se consideran fiables, pero dichas informaciones no han sido objeto de verificación independiente por cualquiera de las entidades del Grupo Renta 4 por lo que no se ofrece ninguna garantía, expresa o implícita en cuanto a su precisión, integridad o corrección.

El Grupo Renta 4 no asume compromiso alguno de comunicar dichos cambios ni de actualizar el contenido del presente documento. Ni el presente documento ni su contenido constituyen una oferta, invitación o solicitud de compra o suscripción de valores o de otros instrumentos o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir de base a ningún contrato, compromiso o decisión de ningún tipo.

El Grupo Renta 4 no asume responsabilidad alguna por cualquier pérdida directa o indirecta que pudiera resultar del uso de este documento o de su contenido. El inversor tiene que tener en cuenta que la evolución pasada de los valores o instrumentos o resultados históricos de las inversiones, no garantizan la evolución o resultados futuros.

El precio de los valores o instrumentos o los resultados de las inversiones pueden fluctuar en contra del interés del inversor incluso suponerle la pérdida de la inversión inicial. Las transacciones en futuros, opciones y valores o instrumentos de alta rentabilidad (high yield securities) pueden implicar grandes riesgos y no son adecuados para todos los inversores. De hecho, en ciertas inversiones, las pérdidas pueden ser superiores a la inversión inicial, siendo necesario en estos casos hacer aportaciones adicionales para cubrir la totalidad de dichas pérdidas.

Por ello, con carácter previo a realizar transacciones en estos instrumentos, los inversores deben ser conscientes de su funcionamiento, de los derechos, obligaciones y riesgos que incorporan, así como los propios de los valores subyacentes de los mismos. Podría no existir mercado secundario para dichos instrumentos.

Cualquier entidad integrante del Grupo Renta 4 o cualquiera de las IICs o FP gestionados por sus Gestoras, así como sus respectivos directores o empleados, pueden tener una posición en cualquiera de los valores o instrumentos a los que se refiere el presente documento, directa o indirectamente, o en cualesquiera otros relacionados con los mismos; pueden negociar con dichos valores o instrumentos, por cuenta propia o ajena, proporcionar servicios de asesoramiento u otros servicios al emisor de dichos valores o instrumentos, a empresas relacionadas con los mismos o a sus accionistas, directivos o empleados y pueden tener intereses o llevar a cabo cualesquiera transacciones en dichos valores o instrumentos o inversiones relacionadas con los mismos, con carácter previo o posterior a la publicación del presente artículo de opinión, en la medida permitida por la ley aplicable.

El Grupo Renta 4 tiene implementadas barreras de información y cuenta con un Reglamento Interno de Conducta de obligado cumplimiento para todos sus empleados y consejeros para evitar o gestionar cualquier conflicto de interés que pueda aflorar en el desarrollo de sus actividades.

Los empleados de cualquiera de las entidades del Grupo Renta 4 puede proporcionar comentarios de mercado, verbalmente o por escrito, o estrategias de inversión a los clientes que reflejen opciones contrarias a las expresadas en el presente documento.

Ninguna parte de este documento puede ser: (1) copiada, fotocopiada o duplicada en ningún modo, forma o medio (2) redistribuida o (3) citada, sin permiso previo por escrito de Renta 4. Ninguna parte de este artículo de opinión podrá reproducirse, llevarse o transmitirse a aquellos países (o personas o entidades de los mismos) en los que su distribución pudiera estar prohibida por la normativa aplicable. El incumplimiento de estas restricciones podrá constituir infracción de la legislación de la jurisdicción relevante.

El sistema retributivo del autor/es del presente artículo de opinión no está basado en el resultado de ninguna transacción específica de banca de inversiones.