
En pleno festival de la tecnología, Oracle, que era uno de los dos protagonistas de nuestro gráfico del pasado lunes, ha subido otro 5,6% en la semana y acumula ya una ganancia del 85,2% en lo que va de año. Sin embargo, el otro protagonista, el bitcoin, se ha estabilizado tras las fuertes ganancias de agosto (su máximo histórico fue 122.500 dólares el 13 de agosto) y parece estar consolidando su cotización en torno a los 115.000 dólares.
Pero si la semana pasada hablábamos de la paradoja del bitcoin, esta semana tenemos que hablar en cierto modo de la paradoja del dólar, porque, frente a todo pronóstico, la reacción del dólar tras la bajada de tipos de la Fed el pasado miércoles ha sido, curiosamente, bajar.
El gráfico que adjuntamos muestra cómo el dólar escaló posiciones frente al euro antes de la decisión de la Fed, acercándose de nuevo al nivel de 1,20 dólares por euro, pero a partir de la bajada de tipos del pasado miércoles ha recortado hasta los 1,174 dólares por euro a los que cerró el viernes. Esta reacción del dólar parece llevar la contraria a quienes pensaban que el inicio de las bajadas de tipos por parte de la Fed iba a tener como consecuencia que el dólar cayese hasta niveles de 1,25 en un camino bajista que podría conducirle en el medio plazo, siempre según estas opiniones, a niveles de 1,50 con el euro.
La pregunta es: ¿por qué no ha sido así?
Una respuesta simple sería pensar que la Fed no ha sido tan acomodaticia (“dovish”) como esperaban los mercados y por eso el dólar ha rebotado frente al euro. La Fed recortó los tipos solo un cuarto de punto, no medio punto como quería Trump, y además habló de dos bajadas más este año y un solo recorte para 2026, siendo así que los mercados descuentan seis o incluso siete recortes de tipos entre 2025 y 2026.
Es posible que esa sea la explicación, pero hay que plantearse que tal vez vincular la evolución del dólar de forma solo a la evolución de los tipos de interés de la Fed puede estar dejando fuera del análisis algunos temas importantes. De hecho, a partir de enero el BCE ha bajado varias veces los tipos de interés, mientras que la Fed los ha mantenido, y sin embargo, en ese periodo el dólar ha bajado frente al euro. El dólar cotizaba a 1,025 dólares por euro y desde ese nivel, el dólar ha caído hasta los niveles cercanos a 1,20 en los que ha estado varias creces a lo largo del verano. Por tanto, no es tan claro que ahora el dólar deba seguir bajando porque la Fed baja los tipos mientras el BCE los mantiene.
Pero es que, además, como decíamos hace tres meses, en nuestro Gráfico semanal del pasado 7 de julio, hay otros factores a considerar, entre otros la condición del dólar como divisa de reserva a nivel global, una condición en la que, simplemente, no hay candidatos a sustituirle en el ámbito del dinero “fiat”. Otro factor a considerar, como decíamos también el 7 de julio, es que la economía norteamericana sigue siendo muy atractiva para los capitales globales, al ser la más innovadora y dinámica del planeta, y, por tanto, atrae muchas inversiones, empujando al dólar al alza.
Frente a ello, es verdad que la administración Trump dice que quiere que el dólar baje, y también es verdad que la particular forma de hacer política de Trump genera mucha desconfianza en el mundo, pero la realidad es que hoy por hoy no hay alternativa al dólar entre las monedas ”fiat” y eso explica que, como también decíamos el 7 de julio, la tendencia larga del dólar frente al euro sea alcista.
Todo es posible en el complejo mundo de las divisas, pero esperar un desplome del dólar a consecuencia de las políticas de Trump puede demostrarse, una vez más, equivocado.
Departamento de Contenidos y Mercados de Renta 4
Tel: 91 398 48 05 Email: online@renta4.es