
Tal y como comentábamos la semana pasada, parece que quienes esperaban el desplome del dólar van a tener que seguir, al menos de momento, esperando, porque una de las sorpresas de esta última semana ha sido, precisamente, la recuperación del dólar.
El dólar empezó la semana bajando frente al euro, y de hecho parecía encaminarse directamente hacia los 1,20 dólares por euro tras haber roto la barrera de los 1,18 dólares por euro el pasado martes. Pero el miércoles, tal vez porque había alguna filtración o tal vez sin que hubiese ningún motivo en particular, el dólar empezó a remontar hasta los 1,175 dólares por cada euro, y esa remontada se confirmó el jueves cuando, tras publicarse el dato del vigoroso crecimiento del PIB norteamericano del segundo trimestre (en su segunda lectura) el dólar subió hasta llegar a 1,165 dólares por euro. A partir de ahí, el dólar ha vuelto a bajar ligeramente hasta los 1,17 dólares por euro.
Seguimos pensando que el dólar va a situarse en la banda 1,10/1,20 contra el euro por una larga temporada, con posibles escapes transitorios por encima o por debajo de esa banda.
La subida del dólar ha sido paralela a la caída del bitcoin y del ether, que ya venían corrigiendo las semanas anteriores desde los máximos de la segunda quincena de agosto. El bitcoin llegó a perder los 110.000 dólares el pasado jueves, precisamente también tras la publicación del PIB del segundo trimestre, y el ether llegó a perder los 4.000 dólares, alejándose de los casi 5.000 dólares que alcanzó el pasado 24 de agosto.
¿Estamos ante un colapso del ether o tan solo ante una corrección pasajera para tomar fuerzas y seguir subiendo?
Nos inclinamos más bien por lo segundo, es decir, por la idea de una corrección transitoria, que era necesaria para limpiar los excesos especulativos. Hay que recordar que a principios de julio el ether cotizaba por debajo de los 2.500 dólares. En ese momento, la expectativa de una regulación más favorable a los criptoactivos, a raíz de la ley Genius, movió a la aparición de una serie de compañías que, imitando la estrategia de Microstrategy con el bitcoin, decidieron convertirse en lo que se llama “ether Treasury stock”, es decir en emisores de bonos o acciones para comprar ether con el dinero recaudado, algunas de esas compañías.
Algunas de esas compañías, como por ejemplo ETHZilla (antes Life Sciences) han entrado en problemas al caer casi un 20% la cotización del ether, al estar muy apalancadas, y eso ha contribuido aún más a la debilidad del ether. A la vez, los inversores institucionales retiran posiciones para reducir el riesgo ante la posibilidad de mayores caídas, y eso autoalimenta y acelera las caídas.
No podemos descartar completamente una caída del ether hacia niveles de 3.000 dólares, que en todo caso estaría por encima de su cotización de principios de julio, pero probablemente el ether encuentre un primer soporte en torno a los niveles actuales de 3.800/4.000 dólares, y un soporte más fuerte en los 3.500 dólares, tal y como se ve en el gráfico adjunto.
Igual que el bitcoin, aunque por motivos diferentes, el ether ha llegado para quedarse. No sabemos si su cotización alcanzará o no los 8.000 dólares que pronosticaba el pasado 25 de julio Eric Trump, hijo del actual presidente y vicepresidente de la “Trump Organization” o a los 10.000 dólares que han puesto como objetivo otros seguidores del mercado de criptomonedas, pero pensamos que para quienes deseen tomar mayor exposición a las cripto monedas, no es mala idea aprovechar la actual fase de debilidad del ether para ir incrementando posiciones.
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