Decíamos la semana pasada que las tecnológicas gozan de buena salud, ayudadas por un relevo continuo en la cabeza del pelotón, que permite descansar a las que ya han tirado mucho de las alzas, dando paso sucesivamente a nuevos protagonistas. Apostábamos además por una continuidad en las alzas, pensando que los resultados iban a confirmar ese buen "momentum" de las grandes tecnológicas.
Y así ha sido para tres de las "cinco magníficas", que publicaron sus cifras la semana pasada, pero no para las otras dos. Las cifras de Meta no gustaron, pese a dar beneficios por encima de las estimaciones de los analistas y, de hecho, su cotización ha caído nada más y nada menos que un 12,2% en la última semana de octubre, al inquietar a los inversores las elevadas inversiones que el fundador de Meta, Mark Zuckerberg, pretende hacer para situar a su compañía en la vanguardia de la inteligencia artificial. Algo parecido ha sucedido con Microsoft, cuya cotización ha caído un 1,1% en la semana, pese a superar también las previsiones del mercado, por la misma razón que Meta, a saber, la de anunciar un aumento de sus gastos en inversiones el próximo año.
La otra cara de la moneda la presentan Apple, Amazon y Alphabet, cuyos resultados trimestrales han sido recibidos con subidas en las bolsas. Subidas que fueron de un 2,9% en la semana para Apple, que ya venía de una fuerte subida la semana previa, tal y como analizamos en nuestra sección el pasado lunes, y cuyos resultados no solo superaron las expectativas de los analistas, sino que además vinieron acompañados de unas excelentes previsiones a futuro por parte de Tim Cook. Más elevadas fueron las de Amazon, que ha ganado un 8,9% en la semana gracias a la buena progresión de su negocio de "cloud" en su filial AWS (Amazon Web Services).
Pero sin duda la estrella, en lo que a inteligencia artificial se refiere, ha sido en esta ocasión, Alphabet, cuya cotización ha subido un 8,2% en la semana, acumulando ya un 48,5% de subida desde el uno de enero, subida que prácticamente se ha producido en los tres últimos meses, en los que su cotización se ha disparado un 48,7%.
Es curioso el paralelismo entre la evolución bursátil de Alphabet y la del Nikkei japonés. Tal y como se ve en el gráfico, tanto el Nikkei como Alphabet no tuvieron un buen inicio de año. El Nikkei cayó un 10,7% en el primer trimestre, siendo el peor entre los grandes índices mundiales, y algo similar le pasó a Alphabet, a quien muchos consideraban un perdedor en la batalla por la inteligencia artificial.
Pero a partir de los mínimos de abril, el Nikkei y Alphabet han volado, con subidas que en el caso de Alphabet casi le llevan a duplicar su valor y en el del Nikkei están en torno al 70% de revalorización desde esos mínimos de abril.
En el mes de octubre el Nikkei ha subido un 16,6% y Alphabet un 15,7%. Son subidas extraordinarias, por más que nos queramos acostumbrar y pensar que son normales. En unas bolsas en las que el dinero se va desplazando en búsqueda de valores o activos que se han quedado rezagados, Alphabet y el Nikkei han sido el último destino conocido de la abundante liquidez, una liquidez que todo indica que se mantendrá o incluso irá a más, ayudada por el nuevo dinero digital.
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