El mes de mayo ha estado caracterizado, de nuevo, por la incertidumbre causada por la política comercial de EE.UU., aunque en este caso los mercados han respirado aliviados en un contexto de relajación de las tensiones iniciales. No obstante, la situación continúa siendo incierta y volátil.
En este escenario, las curvas de tipos de interés de la deuda pública se han desplazado al alza, especialmente en EE.UU., donde en el largo plazo está pesando, además, la preocupación sobre la sostenibilidad del déficit presupuestario de este país.
Por el contrario, las primas de riesgo de la deuda de Francia, España e Italia han vuelto a ceder. Hay que destacar que la prima de riesgo italiana se encuentra próxima a los mínimos registrados desde la Gran Crisis Financiera (GCF). Igualmente, y con los resultados empresariales también apoyando, los spreads de crédito (diferencial del crédito privado con la deuda pública) continuaron estrechándose hasta niveles ya más bajos que los previos al famoso “Liberation Day”.
Evolución del itraxx Crossover vs Stoxx Europe 600
En rojo, evolución del itraxx Crossover. En Azul, evolución del Stoxx Europe 600. Fuente: FactSet, elaboración propia
Europa se contrae mientras EE. UU. mantiene el pulso económico
Según los datos de inflación preliminares del mes de mayo en Europa y finales del mes de abril de EE.UU., sigue el proceso desinflacionista en ambas regiones, dándole margen de actuación a los bancos centrales. No obstante, en EE.UU., los indicadores adelantados de precios nos indican que las firmas están pasando el coste extra de los aranceles a los productos finales, por lo que podríamos ver una ligera aceleración de los precios en los próximos meses.
Pasando al empleo, la tasa de desempleo no ha dado ninguna sorpresa ni en Europa ni en EE.UU., manteniéndose más o menos estable y en niveles relativamente bajos. Si bien se ve un deterioro en las peticiones de subsidios por desempleo en EE.UU., que registraron el dato más alto desde 2021, la creación de empleo se mantiene en niveles relativamente sólidos por lo que no da señales graves de deterioro del mercado laboral estadounidense.
En cuanto a los índices de gestores de compra PMI (índices adelantados de actividad), siguen mostrando una economía europea en contracción, mientras que la estadounidense continuaría en expansión. Igualmente, mientras que en EE.UU. el índice mejoró tanto en el sector servicios como en el manufacturero, en Europa continúa la divergencia entre el comportamiento del sector manufacturero, que mejora, y el de servicios, que sigue deteriorándose.
Finalmente, hay que destacar cómo los datos de confianza de los consumidores y expectativas de inflación registraron una mejora tras el fuerte deterioro de abril, fruto de la relajación de las tensiones comerciales.
Evolución de la Confianza del Consumidor en Europa y EE.UU.
En rojo, Confianza del Consumidor de EE.UU. En azul, Confianza del Consumidor en Europa. Fuente: FactSet, elaboración propia
BCE recorta tipos mientras la Fed los mantiene
En este contexto, la Reserva Federal (Fed) estadounidense mantuvo sus tipos de interés de referencia en el 4,25%-4,50% en la reunión de principios de mayo, con lo que ya son tres reuniones en las que permanece en pausa. La Fed advirtió de que los riesgos han aumentado tanto para la inflación (al alza) como para el crecimiento (a la baja). No obstante, considera que puede esperar a ver el impacto de las políticas de la nueva Administración Trump, y actuar con rapidez en caso de ser necesario.
Por su lado, el Banco Central Europeo (BCE) recortó en 25 p.b. sus tipos de interés de referencia en la reunión del 5 de junio, dejando el de depósito en el 2,00%, tal y como se esperaba. No se comprometió con ningún movimiento adicional, aunque sí reiteró que la evolución de la inflación sugiere que ésta se situará alrededor del objetivo (2%) y que los salarios siguen moderándose visiblemente. Aunque mantuvo sus previsiones de crecimiento económico sin grandes cambios, sí rebajó las de inflación general para este y el próximo año, principalmente por los precios de la energía. Por su lado, las previsiones de inflación subyacente las mantuvo sin grandes variaciones en el 2,4% en 2025 y en el 1,9% en 2026 y 2027, en cualquier caso en claro camino hacia el objetivo. Por último, Lagarde señaló que el fin del ciclo de bajadas está cerca, aunque dejó la puerta abierta a nuevos recortes.