Warren Buffett, posiblemente el inversor más famoso de todos los tiempos, decía: "Es mucho mejor comprar una empresa maravillosa a un precio correcto que una empresa no muy buena a un precio maravilloso." En el complejo mundo de las finanzas, la tentación de buscar "gangas" en el mercado es constante, pero Warren Buffett nos ha enseñado que el verdadero éxito a largo plazo reside en una filosofía de inversión más profunda: la inversión en negocios de una calidad excepcional y los "moats" defensivos, evitando la trampa de empresas que, aunque parezcan baratas, son fundamentalmente malos negocios.
Buffett ha ido cambiando a lo largo de las décadas hacia una inversión basada en empresas y negocios de calidad como única manera de mejorar la rentabilidad que ofrece la gestión pasiva y la especulación. Una "empresa maravillosa" es aquella que posee un moat defensivo (foso, en inglés), es decir, una ventaja competitiva duradera que la protege de la competencia y le permite generar altos retornos sobre el capital a lo largo del tiempo. Estas ventajas pueden ser una marca fuerte, economías de escala, altos costes de cambio para el cliente, o la propiedad de una tecnología diferencial.
Buffett y su socio Charlie Munger lo tienen claro: "Charlie y yo no hemos aprendido cómo resolver problemas de negocios difíciles. Lo que hemos aprendido es a evitarlos". Esto se traduce en seleccionar compañías que operan en industrias favorables, con modelos de negocio claros y ventajas competitivas evidentes, en lugar de intentar "arreglar" negocios problemáticos.
Otra de las premisas de Buffett es la paciencia y la selección disciplinada. En su frase: "Si no estás dispuesto a poseer una acción durante 10 años, ni siquiera pienses en poseerla durante diez minutos". El éxito en las inversiones solo es posible si se invierte con un enfoque de largo plazo.
En mi opinión, hay dos tipos de inversores, aquellos que invierten en una acción apostando porque el precio suba y se revalorice, y otros inversores como Warren Buffett que quieren ser parcialmente dueños de excelentes empresas con negocios extraordinarios porque son las acciones que generarán valor real a lo largo del tiempo.
En la actualidad, la revalorización de los mercados viene fundamentalmente por empresas pertenecientes a sectores que no tienen moats defensivos ni son negocios que cumplan los criterios de calidad en cuanto a márgenes, endeudamiento, crecimiento y retornos. ¿O es que sectores como el bancario, asegurador, eléctrico y telecomunicaciones tienen ahora capacidad de diferenciación competitiva, márgenes altos, crecimiento predecible, elevados retornos y bajo endeudamiento? La tentación actual a comprar malos negocios para seguir el comportamiento de los índices y la competencia es muy grande.
Como en 1999 con la subida de las compañías de internet, en los años ‘70 con las Nifty Fifty, en 2007 con las compañías financieras e inmobiliarias, o más recientemente el auge de la inversión en energías renovables o las compañías tecnológicas de alto crecimiento en los años post-COVID, la historia nos recuerda que las modas y burbujas especulativas son recurrentes, y la disciplina de inversores como Warren Buffett de evitarlas siempre ha demostrado ser una estrategia ganadora.
En Renta 4 Gestora, nuestra filosofía de inversión es clara: queremos estar invertidos en las mejores empresas de cada área geográfica y esto lo hacemos a través del "Quality Investing", que es la filosofía que mejor selecciona los negocios que son excelentes. Nuestra prioridad es identificar compañías con elevados retornos sobre el capital invertido (ROIC), márgenes sólidos, balances saneados y una probada capacidad de generar caja, con perspectivas de crecimiento sostenido a largo plazo.
Esta disciplina nos obliga a evitar tanto los malos negocios como las modas pasajeras del mercado, incluso si el viento no sopla a nuestro favor en el corto plazo. En Renta 4 Gestora, tenemos la convicción de que la calidad siempre prevalece.