Una bajada de tipos implica una subida del precio de los bonos. Y a mayor duración, mayor subida. Explicamos por qué la bajada de tipos del Banco Central no ha supuesto gran subida de las duraciones más largas.
El comportamiento de la renta fija los últimos años
Tras la pandemia, con la inflación desbocada, los bancos centrales iniciaron políticas monetarias restrictivas para poder controlarla. Eso llevó a que los precios de la renta fija obtuviesen un comportamiento negativo en el 2022, algo que será difícil de olvidar por muchos inversores, especialmente aquellos que creían que con la renta fija no se podía perder dinero.
A continuación, durante 2023 y lo que llevamos de 2024, la renta fija ha ido recuperándose a medida que la inflación se ha ido moderando. Eso ha ido incrementando las expectativas de que los bancos centrales de los principales países desarrollados iban a iniciar un ciclo de bajada de tipos. Las primeras bajadas se han hecho efectivas en junio por parte del BCE, y en septiembre en caso de la FED.
Por todo esto, la renta fija ha tenido, en líneas generales, un comportamiento positivo durante 2024. No obstante, no ha sido igual para los distintos activos (deuda pública y corporativa) y en los distintos tramos de la curva tanto estadounidense y europea.
Deuda pública vs. Bonos corporativos
Lo primero que debemos hacer es diferenciar entre la deuda pública y la corporativa. Así, veremos que sus comportamientos no han sido iguales, precisamente por el rendimiento positivo que presentan los bonos corporativos (diferencia de rentabilidad de un bono de empresa frente a su homónimo gubernamental en el mismo plazo).
Hasta julio de 2024, los bonos corporativos han mostrado un mayor rendimiento debido a la mejora en la percepción de las empresas, es decir, al reducirse el riesgo de impago. Esta recuperación de confianza ha tenido más impacto en la rentabilidad de los bonos que la bajada de los tipos de interés.
Así, tomando como ejemplo, el fondo de renta fija corporativa de medio plazo Invesco Euro Corporate Bond, a finales de septiembre llevaba una rentabilidad acumulada en el año del 4,04%. De ahí, el 2,18% provenía de la reducción de diferenciales, mientras que el restante 1,86% por duración (el fondo cuenta con una duración de 5 años).
En cambio, si nos fijamos en la deuda pública, las rentabilidades son inferiores, al carecer del componente de crédito y contar únicamente con el de duración o sensibilidad a tipos de interés. Así, si tomamos el índice Bloomberg 3-5 Years Euro Goverment Bond, con duración 4 años, acumula una rentabilidad del 2% (datos a cierre de septiembre).
Tramos de la curva de duración
También podemos poner el foco en los distintos tramos de la curva de duración. De este modo, veremos que el comportamiento también es dispar.
Los bonos reflejan las expectativas del mercado sobre las decisiones de los bancos centrales, que influyen en la inflación, el empleo y el crecimiento. Este año, las curvas de tipos de interés en Europa y EE. UU. han dejado de estar "invertidas" en el tramo de 2 a 10 años. Una curva invertida ocurre cuando los tipos a corto plazo son más altos que los de largo plazo, lo que suele indicar preocupación por la economía. Ahora, las tasas a largo plazo están subiendo porque el mercado espera menos recortes de tipos en el futuro. En Europa, el bono alemán a 2 años cayó 16 puntos básicos, mientras que el de 10 años subió 24. En EE. UU., el bono a 2 años bajó 29 puntos básicos y el de 10 años subió 22.
Fuente: Bloomberg, datos a 13/10/24
Impacto en fondos de renta fija
Esto significa que el inversor que haya estado desde principios de año en un bono a dos años ha obtenido una rentabilidad positiva (baja tipo de interés, sube precio). Mientras tanto, el inversor que haya estado en un bono a diez años habrá tenido una rentabilidad negativa (sube tipo de interés, baja precio).
Esta situación de ambas curvas viene explicada por las expectativas del mercado en cuanto a las bajadas de tipos por ambos bancos centrales, que afecta en mayor medida a los plazos cortos de la curva, más sensibles a tipos de interés, mientras que lo largos, se centran más en crecimiento e inflación.
Esto lleva a que muchos inversores no entiendan que muchos fondos o ETFs con duraciones largas en el mercado estén con ligeras rentabilidades positivas o incluso negativas en el año. Así, el fondo Eurizon Bond Euro Long Term (duración de 11 años) lleva una rentabilidad del 0,4%, mientras que el Pimco Euro Long Average Duration (duración de 18 años), acumule una rentabilidad del -5% (datos a 13 de octubre).
¿Dónde invertir?
En cuanto a nuestras expectativas, creemos que deberíamos estar en duraciones por debajo de los cincos años y evitar los plazos largos. Bien es cierto que hay que diferenciar entre la economía estadounidense y la europea. Y es que si bien en la primera se continúan publicando datos macroeconómicos que muestran que la recesión parece improbable, en Europa, en cambio, parece que pueda ser algo más discutible, especialmente por la situación de Francia y Alemania.
Esto llevaría a tener algo más de duración en Europa que en Estados Unidos, ya que creemos que las bajadas de tipos que se descuentan muestran un escenario de enfriamiento económico más que de un aterrizaje suave. Por todo esto, deberían empezar a descontarse menos bajadas en Estados Unidos que en Europa.
En la parte larga de la curva, creemos que las rentabilidades pueden continuar subiendo y, por lo tanto, bajando los precios. Es la consecuencia del mayor endeudamiento futuro que se espera a ambos lados del Atlántico, aumentando unos deficits que de por sí ya son elevados. Además, no hay que olvidar que el principal comprador de los últimos años de deuda pública ha sido los bancos centrales, que han dejado de comprar. Por eso, es un elemento más a considerar en ese alza de las rentabilidades esperadas en los largos plazos.
Fuente: JP Morgan
Nuestra selección de fondos de renta fija
- La cartera del Fondo tendrá una duración máxima de 24 meses.
- El Fondo invertirá en activos de Renta Fija (depósitos e instrumentos del mercado monetario cotizados o siempre que sean líquidos) públicos y privados, nacionales o extranjeros.
- Al menos un 80% de estos activos serán de emisiones de alta calificación crediticia (rating mínimo A- S&P) y mediana calificación crediticia (entre BBB+ y BBB-).
- El restante 20% se podrá destinar a emisiones de baja calificación crediticia (menor BBB-) o sin calificar.
EVLI NORDIC CORPORATE BOND ACC
- Fondo de renta fija flexible 100% nórdico que invierte en bonos corporativos de Finlandia, Suecia, Noruega, Islandia y Dinamarca, en el espacio crossover (BBB/BB) y bonos sin rating de consideración interna similar. Invierte en 5 divisas diferentes, todas cubiertas a euro: SEK, NOK, USD, DDK y EURO.
- Filtran emisiones atractivas en valoración de compañías que generan flujos de caja libre positivos, apalancamiento financiero decreciente y cobertura de la deuda creciente. económicas y sectoriales, equipo directivo, ESG y términos de la emisión).
- La duración del fondo estará alrededor de los dos años y medio.
- Fondo de renta fija corporativa europea. Invierte al menos un 70% de su patrimonio en emisiones de renta fija corporativas con una calificación de alta calidad crediticia o “Grado de Inversión”.
- El otro 30% puede ser una combinación de liquidez, deuda pública y bonos “high yield”. Las posiciones en High Yield se mueven en un rango aproximado entre el 5 y el 15%, en función de las oportunidades de mercado.
- No tiene restricciones en cuanto a duración y el riesgo divisa será pequeño o nulo.
Conclusión
Resumiendo, pensamos que el tensionamiento que están viviendo ambas curvas continuará en el futuro, y nuestra recomendación sería la de invertir en fondos de renta fija corporativa en euros, con duraciones cortas, añadiendo algún fondo con duraciones medias para posicionarse entre los 2-3 años de duración media en las carteras.