Esta semana ha sido un vaivén de tensiones, rumores y anuncios oficiales que han sacudido a los mercados financieros globales, y Bitcoin no ha quedado al margen. Aunque ha mostrado cierta resiliencia, lo cierto es que se ha visto arrastrado, al menos parcialmente, por la montaña rusa de decisiones políticas y económicas lideradas por el presidente Donald Trump.
La semana comenzó con una fuerte caída en el precio de Bitcoin, arrastrado por el sentimiento negativo tras las declaraciones de Trump, quien justificó la caída de los mercados como una “medicina necesaria”, afirmando que no habrá acuerdo comercial con China hasta que se resuelva el déficit comercial.
Los mercados tradicionales sufrieron duramente, pero lo más relevante fueron los indicios de deflación en EE. UU.
El petróleo ha caído un 25% y los rendimientos del bono a 10 años en -90 puntos básicos, lo cual alimenta especulaciones sobre un posible recorte de emergencia de tipos por parte de la Fed.
En el ámbito cripto, el domingo por la noche, el precio cayó en sincronía con los futuros de renta variable. Aunque hubo un breve respiro el lunes con rumores sobre una posible pausa de 90 días en las tarifas, la Casa Blanca desmintió la información y los mercados, incluido Bitcoin, retomaron su camino bajista.
El martes, los mercados experimentaron un rebote técnico tras las fuertes caídas del lunes. Sin embargo, la incertidumbre persistía por la escalada de la guerra comercial entre EE. UU. y China.
Bitcoin, a pesar de haber perdido un 8% desde el miércoles anterior, resistió mejor que el Nasdaq (-11%) y el S&P 500 (-10%).
El miércoles, Trump anunció una pausa de 90 días en los nuevos aranceles para la mayoría de países, pero elevó los aranceles a China al 125%.
Este anuncio provocó un repunte histórico en los mercados:
Nasdaq: +12,16%
S&P 500: +9,5%
Dow Jones: +7,82%
Bitcoin también subió alrededor de un 10% antes de estabilizarse. Tokens de DeFi, IA y memecoins lideraron las ganancias.
Mientras tanto, el Departamento de Justicia de EE. UU. desmanteló el equipo de cumplimiento cripto (NCET). Esta medida fue vista como una señal de distensión hacia la industria cripto.
El nombramiento de Paul Atkins como nuevo presidente de la SEC, con una postura pro cripto, reforzó aún más el optimismo del ecosistema.
Además, el IPC de marzo confirmó que la inflación sigue cayendo (2.4% frente al 2.8% de febrero), lo que apoya las expectativas de un entorno más favorable si la Fed suaviza su política monetaria.
El jueves, aunque el miedo seguía en Wall Street, algunos analistas apuntaron que las tarifas son solo síntomas de un reajuste más profundo: deuda, tensiones internas, avances tecnológicos como la IA y cambios geopolíticos.
En resumen, esta semana mostró que Bitcoin aún reacciona a los shocks macro y políticos, pero también que su comportamiento fue más estable que en caídas previas. La combinación de:
caída de la inflación,
pausa parcial en tarifas,
nombramiento pro-cripto en la SEC,
y desmantelamiento del NCET,
ha generado una narrativa más favorable para el ecosistema cripto, incluso en un entorno de alta volatilidad.
Bitcoin muestra signos de madurez relativa frente al caos financiero tradicional.